La escritora, traductora, profesora y crítica literaria Isabel Núñez (Figueres, 1957 – Barcelona, 2012) fue homenajeada el pasado 20 de noviembre con motivo del primer aniversario de su prematura muerte. Compañeros de profesión, amigos y familiares llenaron el Ateneu Barcelonès para recordar la polifacética trayectoria de Núñez, poniendo el acento no sólo en su talento humano y literario, sino también en su compromiso cívico como activista ciudadana.

El psiquiatra Manuel Baldiz, los cineastas José Luis Guerín y Elena Vilallonga, el crítico literario Fernando Valls, el librero Salvador Foraster y la exconcejala del Ajuntament de Barcelona Itziar González fueron algunos de los invitados que glosaron la figura de Núñez. Sin embargo, el discurso más emotivo fue el que pronunció su hijo Guillermo Aguirre, un joven antropólogo que aprovechó su intervención para anunciar la donación de todo el legado literario de su madre a la biblioteca pública de Sant Gervasi, el barrio donde ella vivía en la capital catalana. La instalación, que se inaugurará a finales del 2014, acogerá una obra integrada sobre todo por narraciones, aunque sin olvidar sus textos y ensayos de no ficción.

Isabel Núñez, que había sido socia de la ACEC, ha traducido obras de Patricia Highsmith, Dorothy Parker, Richard Ford o Jean Giono, además de ser la autora de títulos como Postales de Barcelona, Si un árbol cae o La plaza del Azufaifo. Paralelamente, ha ejercido una de sus otras pasiones –la crítica social– desde los blogs reivindicativos Crucigrama y Polis, muy seguidos en la red.