Martes, 26 de noviembre de  2024



Català  


El salario del amor al arte
14/4/2010

Por Antonio Tello

En el imaginario popular, los artistas han de vivir del aire y por amor al arte. Sobre esta creencia se ha sustentado una brutal campaña contra los derechos de autor y la propiedad intelectual.

Algunos ideólogos ultraliberales -Stephan Kinsella, Joost Smier- defienden la desaparición de los derechos de autor y de la propiedad intelectual para reducir los costos de producción de los productos culturales negando el principio de originalidad. Sobre estos supuestos principios erróneamente vinculados a la libertad de expresión y el derecho a la información, algunos grupos de internautas reclaman la gratuidad de los contenidos culturales por el simple hecho de aparecer en la red.

Estas argumentaciones han abierto la caja de los truenos y muchos artistas parecen haber tomado conciencia de la naturaleza de su trabajo y han comenzado a reflexionar sobre los aspectos profesionales y sobre sus relaciones con las distintas industrias que explotan sus producciones artísticas. Esta toma de conciencia ha hecho aflorar a la superficie el desamparo social y laboral de miles de creadores, cuya situación es equiparable a la de un obrero textil del siglo XVIII.

La mayoría de los trabajadores artísticos va constatando que las condiciones en las que desarrolla su labor creativa no son las de un trabajador independiente y autónomo [lo es sólo en tanto creador] sino las de un trabajador en relación de dependencia encubierta. Esta relación laboral espuria es la que determina los abusos empresariales, los contratos draconianos y la incomprensión social. Sobre estos supuestos, y no obstante la precariedad de sus trabajos y los largos tiempos de elaboración de sus creaciones, no son considerados profesionales y los gastos de producción y las cargas sociales e impositivas recaen exclusivamente sobre ellos, redundando negativamente en sus economías domésticas.

A fin de paliar esta situación, grupos de artistas españoles –escritores, traductores, guionistas, bailarines, escenógrafos, coreógrafos, creadores audiovisuales, ilustradores, etc.– a través de sus asociaciones más representativas han constituido la PECA (Plataforma Estatal de Creadores y Artistas) con el propósito de redactar un Estatuto del Artista y exponer su problemática y la necesidad de una legislación que ampare no sólo sus derechos artísticos sino también sus derechos como trabajadores.

(Publicado en el blog de Antonio Tello, Cuaderno de notas)

   
Vídeo destacado

 
Presentación del libro 'Atreverse a saber'

[+] Vídeos

 

 

 

 

¿Quieres recibir el boletín electrónico de la ACEC?

 

 
 
 

PATROCINADA POR

Pagina nueva 2