Martes, 26 de noviembre de  2024



Català  


Sant Jordi pasa de la calle a la web
acec20/4/2020



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El Día del Libro más extraño de nuestras vidas se acerca. El próximo jueves, con la población confinada y las librerías cerradas, las ganas de libros de la población se pondrán a prueba. Autores de todo el mundo participarán en las actividades programadas durante todo el día en las redes sociales, en un despliegue virtual sin precedentes que movilizará a más de 300 escritores, entre intervenciones y firmas a distancia. Los libros se venderán a domicilio (cuanto antes se pidan, mejor), en formato electrónico y también residualmente en algunos puntos, como algunas papelerías y supermercados.


En lugar de pasear por la Rambla, haremos scroll con el ratón. Si la pasada madrugada, las estrellas de la música –de los Rolling Stones a Billie Eilish pasando por Lady Gaga– entraron en nuestras casas, el 23 lo harán los escritores. El despliegue de los dos grandes grupos editoriales de Barcelona (es decir, de toda España y Latinoamérica) es sencillamente espectacular.


Por una parte, Penguin Random House organiza una gran fiesta en directo, Casa Tomada, con más de setenta autores, que empezará a las 9.30 h de la mañana y se extenderá más de doce horas hasta que acabe, a las 21.30 h con la traca final de un encuentro de la chilena Isabel Allende con los lectores a través de Facebook Live.


En realidad, son dos fiestas en paralelo en Instagram, una en castellano (en la cuenta de Me usta leer) y otra en catalán (en M’agrada llegir). Entre los autores participantes, destacan nombres de la autoayuda que el confinamiento ha hecho más populares, como la profesora de yoga Xuan Lan, el psicólogo Rafael Santandreu o el cocinero Chef Bosquet; algunos de los superventas del momento, como Eloy Moreno, Javier Castillo, Elísabet Benavent o Juan Gómez Jurado; destacadas propuestas literarias como las de Olga Merino, Rosa Montero, Bernardo Atxaga, Guillermo Arriaga, Karina Sainz Borgo o Laura Freixas; cantantes como Víctor Manuel, Manolo García o Rozalén; periodistas como Gemma Nierga...


En catalán, participarán, entre otros, Maria Mercè Roca, Carles Porta, Víctor Amela, Salvador Macip, Antoni Bassas o Cesk Freixas. Habrá charlas, concursos, recitales poéticos, música y actividades infantiles y juveniles. También se sortearán encuentros restringidos (hasta cinco personas) con autores como Eva Baltasar, Elísabet Benavent, Bernardo Atxaga, Javier Castillo u Ona Carbonell.


El grupo Planeta, por su parte, no ha querido renunciar a las firmas y ha pedido una dedicatoria a más de 200 autores, que se puede bajar gratuitamente (en Planetadelibros.com) junto con el comienzo de sus libros, para dar ganas de comprar el resto de la obra. Además, muchos dibujantes compartirán, el día 23, diferentes versiones de la rosa. Rosas que, por cierto, se podrán bajar en la web para elaborarlas en casa con técnicas de papiroflexia.

El programa de actos virtuales con autores se extenderá de las 11 h hasta las 21.30 h e incluirá a los pesos pesados de la casa, con nombres como Almudena Grandes, Santiago Posteguillo, Javier Cercas, Manuel Vilas, Elvira Lindo, Dolores Redondo, Megan Maxwell, Eva García Sáenz de Urturi, Blue Jeans, el ensayista Pedro Baños o autores de libros prácticos como la psiquiatra Marian Rojas, el cocinero Karlos Arguiñano o el coach Curro Cañete.


La virtualización forzada de todo el dispositivo ha supuesto un cambio enorme para los equipos de comunicación y marketing de las editoriales y ha generado un raudal de anécdotas. Nombres como Skype, Zoom o Jitsi se han vuelto familiares para gente que los desconocía hace unos días. “Lo que viene de serie con un escritor no es necesariamente la familiaridad con el mundo digital –cuenta Nahir Gutiérrez, jefa de comunicación del Grupo Planeta–, la mayoría de nuestros autores eran vírgenes en los directos, por ejemplo, y ahora quieren hacerlos todo el día, ha sido como una epifanía, descubren que el público está allí, al otro lado. Manuel Vilas, por ejemplo, antes del virus no tenía Instagram. Con Fernando Aramburu es más difícil porque no tiene ni cámara en el ordenador”. El cubano Leonardo Padura se pelea con las irregulares redes de internet de la Habana para poder estar conectado con los lectores...



Los autores de Grup 62 también han llenado las redes con sus conexiones. El Instagram de Sebastià Alzamora (Reis del món) echa humo, y Francesc-Marc Álvaro (Assaig general d’una revolta), nuevo en esta red social, se ha convertido en experto en pocos días. Empar Moliner (És que abans no érem així) está asesorada por su hija, como otros escritores, que han tenido que echar mano de los conocimientos tecnológicos de sus hijos. La televisiva Gemma Ruiz (Ca la Wenling) se mueve como pez en el agua. Y las conversacions de Montse Barderi (La memòria de l’aigua) y Núria Pradas (Tota una vida per recordar) han tenido mucho éxito. El grupo editorial catalán anuncia firmas virtuales de más de 70 autores para el día de Sant Jordi en la web de Grup 62, así como numerosas actividades pensadas específicamente para este día, con un hilo conductor.



Con los autores internacionales, la barrera del idioma impide que aparezcan en los directos. Pero “involucramos a muchos booktubers e instagramers para lecturas comentadas –prosigue Gutiérrez–. En el caso de La psicóloga, la novela de la noruega Helene Flood, montamos un directo con un mentalista que, ante 1.000 personas, adivinaba en directo el pensamiento de una participante y enseñaba trucos de memoria”. Quizá uno de los directos más llamativos previstos para el 23 es el de la psicóloga Sílvia Congost, autora de A solas, que intervendrá desde una grúa que la transporta por encima de la azotea de su casa.



Unas pocas tiendas podrán abrir para vender libros físicos. Serán los quioscos y las papelerías. Pueden tener abierto para proveer de material de oficina y otras herramientas para el teletrabajo. Ricard Garcia, que regenta la papelería Gadial, en la ronda Sant Pau de Barcelona, lo explica así: “Lo que más nos piden son impresiones de los deberes del cole; y tintas, papel y material de oficina. La gente también viene a buscar cosas para entretener a los niños, para que pinten...” Con respecto a los libros, sólo dispone de los que tiene en stock: “Está un poco parado. En principio no hay Sant Jordi, pero si me piden, los vendo. Si alguien quiere algún libro en concreto, no sé si me llegará o no. Yo hago el pedido, pero me sirven muy mal. Si pido diez, me traen tres. Pero no hay mucha demanda. Mucha gente piensa que está cerrado, y la venta se ha detenido de golpe”.



Isabel Sucunza, una de las socias de la librería Calders, ha tenido que hacer un ERTE al vendedor de los fines de semana y asegura que ninguno de los dos socios cobrará este mes. “Tenemos muchos pedidos por correo y estamos preparando una web a toda prisa en que daremos recomendaciones, no podemos poner todo el fondo, y venderemos vales regalo”. Priorizan venir a buscar los ejemplares o enviarlos a casa cuando se acabe el confinamiento, sin embargo, “vistas las circunstancias”, se avienen a enviar algunos libros “con todas las medidas de seguridad, y avisando de que pasará por tres personas. El cliente ha de decidir”. Sucunza remarca que, aparte de los pedidos de los lectores habituales, “también hay editores y escritores, conscientes del momento difícil que estamos pasando.”



Joan Sala, editor de Comanegra, que impulsó la iniciativa Adopta una Llibreria y ya cuenta con una decena de editoriales, dice que un 67% de los pedidos es para enviar. “Ahora no enviamos ejemplares firmados, sólo cuando acabe el confinamiento”. Sobre el tipo de libros que se están vendiendo, Sala comenta que no es como un Sant Jordi normal: “Se está vendiendo mucho libro de fondo, un 70%, al revés de lo que pasa en un Sant Jordi normal”.



Libelista, que reparte los ejemplares de las librerías independientes, duplicó el número de pedidos al principio del confinamiento y esta semana lo ha triplicado. Sólo reparten a domicilio por orden de las librerías: “Eso lo decide cada librería, y se hace con todas las medidas sanitarias y de seguridad”.



Ayer Òmnium anunció que asumía LlibreriesObertes.cat, la iniciativa lanzada por la cooperativa Som* y la Agència Mortensen, con el objetivo de generar un movimiento de medio millón de euros en el sector del libro. El cambio principal para las librerías es que desde el primer momento recibirán el 100% del importe de la venta de los libros, por el sistema de venta anticipada. Hasta la fecha, recibían ahora el 50% y la otra mitad cuando abrieran al público. En esta nueva etapa, además, se incorpora la opción del redondeo solidario, para programas de emergencia social. La iniciativa Llibreries Obertes, que arrancó el 23 de marzo, dispone de más de 7.200 títulos de 550 sellos editoriales. Hasta ahora, la plataforma ya ha vendido más de 10.000 libros. Ante la disminución importantísima de ingresos que ha supuesto el cierre de librerías, la entidad que preside Jordi Cuixart desde la prisión de Lledoners invita a la ciudadanía “a no dejar de regalar libros esta festividad de Sant Jordi atípica””.


Sant Jordi, en definitiva, se enfrentará el jueves al virus. Ayudarlo, de una manera u otra, está en manos de todos los lectores.



Xavi Ayén, Magí Camps
La Vanguardia




   
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