Martes, 26 de noviembre de  2024



Català  


Contra el menosprecio de la traducción
14/3/2024



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Aunque este ensayo se base únicamente en los tres textos —uno de ellos desconocido para el gran público— que Walter Benjamin dejó escritos sobre el noble arte de traducir, nos encontramos ante todo un homenaje a esos profesionales que permiten que podamos leer textos escritos en otros idiomas.
En este making of una de las autoras, Esperança Bielsa —el otro es Antonio Aguilera— recuerda el origen de Benjamin y la traducción (Ediciones del Subsuelo).



La idea inicial de Benjamin y la traducción se pierde en el olvido, aunque proviene de un pasado cercano. Quizás mejor que imaginar o inventar ahora un relato al respecto sea repasar brevemente una historia bastante más larga sobre mi relación con la filosofía de Walter Benjamin, que ha marcado fundamentalmente mi mirada sociológica, y las colaboraciones entre los autores y el traductor de este libro, que lo han hecho posible.

Mi primer encuentro con Benjamin se produce hace ya más de treinta años durante mis estudios de grado en la Universidad de Glasgow de la mano de mi añorado profesor David Frisby. La perspectiva benjaminiana se muestra decisiva para capturar la experiencia fragmentaria de la modernidad y para analizar el impacto social de los nuevos medios de producción cultural, que acercan el arte a las masas. Las palabras de los traductores de Benjamin al inglés perduran en mi memoria durante años después de esta intensa primera lectura. Mis estudios sociológicos sobre la crónica latinoamericana y la traducción de noticias expresan una asimilación del interés benjaminiano por fenómenos culturales típicamente menospreciados, así como de su modo de proceder ante un objecto atravesado por el error. Sin embargo, no es hasta más tarde, en el contexto de las investigaciones sobre cosmopolitismo y traducción que inicio hacia el 2010, que empiezo a escribir de manera directa sobre Benjamin. En el libro Cosmopolitanism and Translation (2016) analizo la relevancia de una perspectiva benjaminiana sobre la politización del arte para la articulación de un cosmopolitismo artístico.


En esta época también comienza una prolongada colaboración con Antonio Aguilera en torno al tema de la traducción que dará como fruto este libro y que inicialmente se concreta en pensar la política de la traducción como algo clave en un contexto cosmopolita. Además de elaboraciones conjuntas, como el capítulo sobre la política de la traducción o las tesis sobre la traducción, el libro se caracteriza por un enfoque contrapuntístico de trabajos que elaboramos por separado. Mi aproximación a Baudelaire y la experiencia moderna, que reinterpreta «La tarea del traductor» desde el último Benjamin de La obra de los pasajes, se mira cara a cara con la reflexión de Aguilera sobre «La tarea de la reproducción», algo todavía más desatendido si cabe que la traducción y que por eso mismo contiene revelaciones sorprendentes. La actitud filológica de Benjamin se complementa así con la filosofía fotográfica que Aguilera describe en sus Paisajes benjaminianos (2021). Mi ensayo sobre la politización de la traducción, que recupera la propuesta benjaminiana de «El autor como productor» para pensar la traducción en el momento actual, contrasta con la interpretación de Aguilera sobre el lenguaje de Kafka y su literatura nacida en traducción. De esta forma se confrontan algunos temas y articulaciones que han estado presentes en el pensamiento de Aguilera y en el mío durante décadas.


Benjamin y la traducción también reúne por primera vez los tres textos que Benjamin escribió sobre la traducción en distintas épocas de su vida. Destaca la recuperación de un texto desconocido del Benjamin tardío que modifica substancialmente algunas de las afirmaciones de su clásico ensayo «La tarea del traductor». Este hallazgo es comparable al del propio Benjamin, que encuentra en el poema en prosa inatendido de Baudelaire «Pérdida de la aureola» una clave interpretativa sobre la desaparición del poeta en la muchedumbre de la ciudad.


Incluso cuando queremos reconocer la relevancia de la traducción en todas sus dimensiones es fácil no dedicarle la atención que esta merece, debido a su menosprecio o a la instrumentalización a los que estamos tan acostumbrados. En un primer momento, pensamos que podríamos usar traducciones ya existentes de los textos de Benjamin. No fue hasta que comprendimos lo que una nueva traducción podía aportar que el proyecto de este libro, que insiste en la continuidad de traducir e interpretar a Benjamin, apareció en todas sus dimensiones. Fruela Fernández, que es tanto traductor como teórico de la traducción y que ya había trabajado en una publicación anterior de Ediciones del Subsuelo, era el traductor ideal. La propuesta tomó forma durante un simposio sobre la traducción académica que organicé en la Universidad Autónoma de Barcelona en junio de 2022 y en el que Fernández participaba como conferenciante invitado. Los intercambios con el traductor, que conoce nuestra aproximación a «La tarea del traductor» así como la propuesta de politización de la traducción que contiene este libro, han sido frecuentes y mutuamente enriquecedores, algo que debería potenciarse de manera más general. A través de esta intervención a tres voces, Benjamin y la traducción presenta a Benjamin como traductor e intérprete de Baudelaire y actualiza sus reflexiones sobre la traducción para nuestro presente.







   
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