El escritor Antonio
Machín Romero presentó en la ACEC, el pasado 14 de octubre, el libro de ensayo Francisco Brines. Entre el canto y la elegía.
Con Esteban Conde como maestro de ceremonias, la obra es –desde una postura
objetiva, rigurosa y didáctica– un trabajo completísimo e imprescindible sobre
Francisco Brines. No sólo sobre su vida y obra, que es lo habitual en este tipo
de estudios, sino también sobre la actitud ética de compromiso del poeta con su
propia vida y con la de los demás, así como el modo de concebir la poesía y su
propio proceso creador, incluyendo abundantes conocimientos sobre el estilo del
poeta y sus principales recursos.
De todo ello se deduce
el objetivo que ha buscado el autor con su exhaustivo trabajo. Y es, como dice
en el prólogo, “hacer más cercana al lector la obra poética de Brines y su
mundo, estudiando su circunstancia particular y analizando, tras la lectura
sosegada y atenta de todos y cada uno de los poemarios del poeta, las
características centrales de su obra”.
Manejando con destreza
de profesor y ensayista experimentado la extensa bibliografía que sobre el
poeta incluye en el trabajo, Machín Romero comienza definiendo la obra poética
de Brines como “una aventura vital” o “una biografía poética”, que tiene como
“espacio mítico” Elca, término del campo de Oliva donde nació el poeta,
transcurrió lo mejor de su vida y descubrió la realidad física de su persona.
Antonio Machín Romero
afirma certeramente que “Brines es un poeta total, que ha hecho de la poesía su
razón de ser y a la que se ha entregado en cuerpo y alma; y que por todo ello
es motivo permanente de su reflexión”. Y nos recuerda al respecto las palabras
del poeta: “Estimo particularmente, como poeta y lector, aquella poesía que se
ejercita con afán de conocimiento, y aquella que hace revivir la pasión de la
vida. La primera nos hace más lúcidos, la segunda más intensos”.