El día 10 de marzo a las 7,30 de la tarde, tuvo lugar la presentación de Generaciones III, libro póstumo de Cristóbal Zaragoza en el Aula dels Escriptors de la ACEC con la intervención de Ricardo Fernández, como miembro de la Junta Directiva de la ACEC, José Membrive, el editor de esta obra, Antonio Marzabal, escritor ligado a la familia, Pilar Zaragoza, hija del Autor y Felipe Aranguren, sociólogo, ensayista y poeta.
Abrió el acto Ricardo Fernández, dando la bienvenida a los participantes. El editor José Membrive alabó la labor de la asociación y de su Junta Directiva, en la potenciación de la cultura y señaló cómo la difusión de las obras literarias, no siempre está relacionada con la calidad. La memoria agradecida a nuestros grandes literatos no es precisamente la mayor virtud de nuestra sociedad y terminó señalando el carácter profético de la obra que, escrita hace más de veinte años, supo prever, desde la crisis económica, institucional hasta los atentados de las torres gemelas, la inviabilidad del estado de las autonomías o la gran especulación empresarial y bancaria.
Antonio Marzabal dio un repaso al apoyo de grandes personalidades a la figura de Cristóbal Zaragoza y al “silencio” oficial decretado por el poder y las grandes editoriales a la obra última del autor, debido a su espíritu crítico e insobornable.
Pilar Zaragoza evocó la parte humana del autor, señalando su espíritu de trabajo y su carácter abierto, que convertían su casa en un centro de diálogo entre distintos artistas y generaciones.
Felipe Aranguren señaló que la trilogía Generaciones sería en el futuro una obra de referencia para quienes quieran conocer en profundidad historia real de nuestra segunda mitad del siglo xx.
El autor Cristóbal Zaragoza señala cómo el sistema ocupa nuestra mente por ello sitúa la acción en un manicomio, para después dejar a los personajes huérfanos de autor, solos ante un destino absurdo.
Cristóbal Zaragoza predijo que el poder estaba colonizando nuestras mentes y nuestras instituciones que ya no haría falta implantar una dictadura para imponer unas condiciones injustas, que la especulación y el economicismo acabarían por derruir los cimientos sobre los que se instaura la justicia.
Estamos ante un libro-espejo de aquellos que servirán de referencia a las generaciones futuras.