Estimadas y estimados asociados y amigos:
De acuerdo con el precepto estatutario tengo el placer de dirigirme a ustedes para hacer un balance de las actividades y expectativas del año presente.
A nadie que esté mínimamente enterado de los avatares de nuestro país en estos últimos tiempos se le escapan las dificultades que tienen que enfrentar las instituciones de ámbitos diversos. Como la mayoría de asociaciones que dependen en parte de las cuotas de los socios y en parte de subvenciones otras instituciones públicas y privadas, en la ACEC ha hecho falta un esfuerzo de imaginación para mantener nuestras prestaciones y actividades, cosa que se ha conseguido aunque en algún caso haya sido bajo mínimos.
En este sentido, a continuación el señor Soldevila, Tesorero de la entidad, les informará el estado de la cuestión en lo referente a las finanzas. De acuerdo con los planes de años anteriores, hemos intentado ampliar las fondos de recursos en la dirección de colaborar con otras instituciones. Las expectativas no son malas, pero de momento no podemos ofrecer resultados concretos.
Podemos constatar que se mantienen las colaboraciones con las dos entidades con las cuales trabajamos de forma mayoritaria, CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) y la Institució de les Lletres Catalanes. Gracias a esto se han podido mantener las prestaciones de la Asesoría Jurídica y, a pesar de que en algún punto se ha tenido que reducir, la prestación de página web.
Se ha iniciado una nueva actividad, “Escritores en red” / “Escriptors a la Xarxa”, donde de forma periódica se invita a los socios a informarse y debatir sobre la escritura y la difusión digitales, con una respuesta notable de los asociados.
En el ámbito de las actividades ya consolidadas, los encuentros "Work in Progress" confirman la continuidad con las anteriores “Veus Noves”. Se han celebrado las XII Jornadas Poéticas, dedicadas a “Poesía y Periodismo”, y se han concedido el XV Premio Ángel Crespo a Vanesa Casanova por la traducción de la obra Ransom, y el IV Premio José-Luis Giménez-Frontín a Joan de Sagarra.
Estamos obligados a creer en las buenas expectativas que nos anuncian los analistas de ámbitos diversos. Entre las circunstancias de orden económico y las de orden político, la cultura en general y las letras en particular no son mucha el centro de atención de las autoridades operativas. Habiendo otras cuestiones tan urgentes y vitales, lo podemos encontrar incluso comprensible. Y quizás con razón de más, en tales circunstancias quienes nos ocupamos de las letras tenemos la responsabilidad añadida de no permitir que se aniquile el patrimonio, que la formación de los jóvenes no sea un descalabro, y que la difusión de la literatura no quede en exclusiva a merced de los criterios comerciales y de resultados.
Cada cual en la propia medida y con las fuerzas de que dispone, sea grande o pequeña, nos enfrentamos al reto de una realidad en la cual conviven dos hechos incontrovertibles: que las culturas minoritarias merecen protección, o sea discriminación positiva, y que todos los ciudadanos y ciudadanas tienen los mismos derechos civiles y legales. Más allá de convicciones ideológicas y políticas, no parece posible ni deseable girar la espalda a esta realidad.
Dentro de la Asociación, y sin perder de vista la naturaleza intrínseca de servicio a los socios y como plataforma de actividades literarias, mantenemos la voluntad de ser lugar de encuentro para el diálogo de las diversas sensibilidades civiles.
Miquel de Palol
Presidente