En esta nueva sesión de Work in Progress, coordinada por María Cinta Montagut y Albert Tugues, la escritora invitada fue Valérie Tasso, socia de ACEC.
María Cinta Montagut hizo la presentación recordando la obra variada de Valérie Tasso, desde textos autobiográficos como Diario de una ninfómana y Paris la nuit, hasta ensayos de sexología como El otro lado del sexo y Antimanual de sexo. Indicó que “acusada a veces de frívola, su vocación de mujer culta -que no oculta- la ha llevado a estudiar, por ejemplo, a Georges Bataille, Simone de Beauvoir o Michel Onfray, le gusta la poesía de Alejandra Pizarnik, Dylan Thomas o Cristina Peri Rossi, así como la narrativa de Franz Kafka, Thomas Bernhard, Elfriede Jelinek (el alemán es la segunda lengua de Valérie Tasso), Agota Kristof o Yukio Mishima, entre otros”.
Por su parte, Albert Tugues recordó que Valérie Tasso ya había sido invitada por ACEC en el año 2008, en los “Encuentros 080” dedicados al poema en prosa, encuentro en el que también participaron Nuria Amat, Vicenç Altaió, Antonio Beneyto y Carles H. Mor, donde Válerie leyó unos textos que, en el coloquio posterior, José Luis Giménez-Frontín calificó de prosas poéticas.
Valérie Tasso habló de su nuevo giro literario hacia la prosa poética y la novela policíaca y de terror (su primera novela policíaca, Sabré cada uno de tus secretos, se publicó en 2010).
Nos leyó fragmentos de su Work in Progress: el proyecto de una novela de terror protagonizada por una niña, Alice Tout Court (Alice, a secas), un personaje un tanto siniestro que vive en un psiquiátrico y cuya infancia se desconoce, una niña sin familia ni apellidos y que colecciona muñecas mutiladas y habla con un conejo (homenaje a Alicia en el país de las maravillas) que habita en los sótanos laberínticos de un manicomio de Louisiana, en el siglo XIX.
Tasso, que también se define como bastante siniestra por su afición a entrometerse en los dominios del mal y bucear en los recovecos de la psique, hizo un lectura bilingüe de su “obra en marcha” en castellano y en francés, lengua materna con la que, dijo, tiene una relación conflictiva por motivos personales, pero con la que empezó a reconciliarse a partir del 2008, justo al escribir en francés las prosas poéticas que leería en los “Encuentros 080” ya citados, comentó.
La autora reivindicó también la necesidad de Eros a pesar de la trivialización de que es objeto en nuestra época, citó a Michel Foucault y la manipulación pseudoerótica como otra forma de represión y control político, cuando “el sexo se oculta hablando de sexo, un “sexo de manual”, homogeneizado, uniforme y controlable”, como indica en su libro Antimanual de sexo.
Después de la lectura, hubo un animado coloquio con el público asistente.