El 15 de mayo, el Aula dels Escriptors de l’ACEC se llenó de las palabras de Ana María Moix. La asociación había organizado un acto de homenaje a la escritora que nos dejó hace unos meses.
Como dijo María Cinta Montagut, los artistas no mueren nunca, ya que a través de su obra consiguen la inmortalidad, tal y como quedó patente el jueves a la tarde, cuando amigos, escritores, poetas y creadores de diferentes ámbitos se dieron cita en la ACEC para leer fragmentos de su obra literaria.
Abrió el acto Pura Salceda, Secretaria General de la ACEC, que dio la bienvenida a los asistentes y cedió la palabra a María Cinta Montagut, coordinadora del acto junto con Albert Tugues, y que presentaría a todos los participantes. Teresa Shaw empezó el homenaje leyendo un fragmento de Baladas del Dulce Jim, el texto más leído de la sesión. Siguieron en el uso de la palabra Neus Aguado, Ramón Andrés, Inma Arrabal, Carmen Borja, Antonio Beneyto, Francesc Cornadó, Efi Cubero, Alejandro Duque Amusco, Marga Clark, Valentí Gómez i Oliver, María de Luis, Colita —que leyó un fragmento del libro Carmen Amaya/1963, texto de Ana María Moix y fotografías de Colita—, Amàlia Sanchís, Ricardo Fernández, Carmen Plaza, Esther Zarraluqui, Albert Tugues, Pura Salceda, Luisa Cotoner, Rosa Vergés, Maruja Torres, y Carme Riera —que explicó que había asistido a la escritura del poema que comienza “El corazón de Charo flota sobre las aguas del Delta como una flor endamascada”—.
Algunos escritores que no pudieron asistir por compromisos diversos, se solidarizaron con el homenaje, como Jesús, Aguado, Enrique Badosa, José Ángel Cilleruelo, Josefa Contillonch, Carles Duarte, Luis Izquierdo, Cristina Peri Rossi, Marta Pessarrodona, Sergio Gaspar, Eduardo Moga, Ana Becciu, Cristina Peri Rossi, José Angel Cilleruelo, Jordi Virallonga y Miquel de Palol, presidente de la entidad. Habían pedido que se leyera un poema en su nombre. María Cinta Montagut, para acabar el acto, leyó un fragmento de No time for flowers, en nombre de todos ellos.
La sala se quedó pequeña para acoger a los numerosos asistentes, muchos de ellos amigos de la homenajeada, que aplaudieron cada una de las lecturas, convirtiendo el acto en un recuerdo muy emotivo de Ana Maria Moix.
Asistieron entre otros Romà Gubern, primer presidente de la ACEC; Rosa sender, Anna Bofill, Montserrat Conill; Víctor Obiols, Silvia Querini, Ana Maio, Anne-Hélèn Suárez y Enric Majó.
(la fotografía del fotomontaje es de Colita)