El libro electrónico irrumpe con fuerza este año
23/1/2009
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El 2009 puede ser el año del lanzamiento comercial del libro electrónico en España. Así lo hace pensar el hecho que Sony pondrá a la venta su lector Sony Reader en junio u octubre de este año –y lo hará a través de grandes librerías como Fnac, El Corte Inglés y La Casa del Libro– y que las grandes editoriales ya están negociando la venta de los libros de su catálogo en formato electrónico. De momento, en España ya se han vendido cerca de 3.000 unidades de lectores entre los tres modelos que se comercializan, cifra que todavía está muy lejos de los 600.000 que se vendieron durante el 2008 en Estados Unidos. Hay, sin embargo, muchas incógnitas abiertas que los grandes editores han de trabajar para poder asegurarse un modelo de negocio que les sea rentable y que evite la piratería, tan evidente en el caso de la música.
Los responsables de dos de las grandes editoriales, Planeta y Random House Mondadori, aseguraban en un artículo publicado en El Periódico el pasado 2 de enero, que primero debe establecerse si el e-book es o no un libro y que tipo de IVA ha de soportar, y también se ha de negociar con los agentes literarios que porcentaje de royalties ha de obtener el autor sobre cada venta. Y es que, tal y como explica el presidente del Gremi d’Editors de Catalunya, Antoni Comas, “debemos ir con pies de plomo con este tema porque todavía no saben por donde irá y se ha de ser muy prudente”.
Si bien es cierto, confirma Comas, que los editores están “preparados para cualquier cambio” y que muchas editoriales tienen digitalizado parte de su catálogo, en el caso de los libros literarios “hemos de valorar que correspondencia tendrá el e-book con el público objetivo”, porque los editores consideran que “se trata de un proceso lento y dudo que haya una eclosión suficientemente fuerte en 2009 como para sea una vía de negocio rentable”. Comas asegura que lo que no tiene sentido es que los editores hagan “una promoción de un libro en formato papel para que después salga una competencia en formato digital de la misma obra”, por esto, “o hacemos solo uno de los formatos o los editores tenemos el derecho de ambos”. En este sentido, el presidente del Gremi d’Editors de Catalunya afirma que “todos los nuevos contratos ya contemplan la publicación digital”.
Por otro lado, desde el Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO) se insiste en el hecho de que “el valor del libro está en su contenido y no en la manera como se difunde su conocimiento, que se ha de adaptar a las necesidades de los usuarios”. Magdalena Vinent, directora de CEDRO, recuerda que la verdadera amenaza no es el e-book, que considera que es “un modelo de negocio que podrá convivir con los actuales modelos de negocio de la industria editorial”, sino en “creer que las obras de creación son gratuitas por el hecho de no existir el soporte papel”.
El proyecto de Carme Balcells La agente literaria Carme Balcells ha sido la primera en impulsar el libro electrónico, ofreciendo los títulos de sus autores a la empresa navarra Leer-e, sin pasar por las editoriales que los publican en papel pero que no tienen sus derechos digitales. De esta manera, Leer-e distribuye sus lectores de libros electrónicos a tiendas como Mediamark o Happy Books y ofrece descargas de obras de autores como Gabriel García Márquez, Juan Marsé, Eduardo Mendoza, Camilo José Cela y Juan Goytisolo. Cada descarga tiene un coste de 10 euros e incluye dos títulos. El acuerdo con Balcells permitirá a esta empresa ofrecer 120 títulos más este año. Ignacio Latasa, responsable de Leer-e, explicaba el pasado 8 de enero en el blog Libros y bitios que “nadie manifiesta que derechos reportan los libros electrónicos a sus autores y es muy difícil calcularlo por las diferentes modalidades de precios que se utilizan, pero, por la experiencia de otros países, se podría situar entre el 30 y el 40% del precio de venta al público”, una cantidad notablemente superior que en papel. En cuanto a los anticipos, Latasa dice que en el caso de los libros electrónicos “no se paga por adelantado al autor, de momento, mientras no se sepa lo que dará de sí la venta electrónica de una obra”.
Más información sobre el libro electrónico
El llibre electrònic arriba a Happy Books
¿Amenaza el libro electrónico a las editoriales?
El proyecto electrónico de Carmen Balcells
“Margie incluso lo escribió aquella noche en su diario, en la página encabezada con la fecha 17 de mayo de 2157. «¡Hoy, Tommy ha encontrado un libro auténtico!»
Era un libro muy antiguo. El abuelo de Margie le había dicho una vez que, siendo pequeño, su abuelo le contó que hubo un tiempo en que todas las historias se imprimían en papel. Volvieron las páginas, amarillas y rugosas, y se sintieron tremendamente divertidos al leer palabras que permanecían inmóviles, en vez de moverse como debieran, sobre una pantalla. Y cuando se volvía a la página anterior, en ella seguían las mismas palabras que se habían leído por primera vez”. (….) Isaac Asimov. !Cómo se divertían!, 1951
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