El pasado día 3 de junio tuvo lugar la presentación de La frontera de cristal, de Josep Anton Soldevila, primer libro del autor, escrito y publicado en castellano (a diferencia de su obra poética restante) por Parnass Ediciones. Este poemario vio la luz por primera vez al 1977 de la mano de la editorial La Hormiga de Oro y fue reeditado al 1999 por Seuba. Es, pues, la tercera edición, de lo cual el autor se siente especialmente orgulloso, puesto que, cómo ha declarado en varias ocasiones, es un título que marca las líneas maestras de toda su poesía posterior. Esta vez el poemario viene precedido de un magnífico y preciso prólogo escrito por el poeta José Antonio Arcediano.

El acto se celebró, en el Bar Speed de Barcelona, C/ Torrente de las Flores 43, a las 19,30 h, y reunió un número considerable de amigos, compañeros y admiradores de su obra, que disfrutaron de la emotividad y riqueza artística de la cita.

En el transcurso del mismo se proyectaron imágenes de Soldevila, datadas en la época que escribió el poemario, con poco más de veinte años. A su vez,  el poeta hizo una intervención para explicar las razones que entonces lo llevaron a componer y publicar poesía, casi de una manera fortuita. La experiencia, muy gratificante -afirmó-, lo impulsó a seguir escribiendo, hasta el punto de ser hoy autor de una amplia y variada obra que incluye poesía, cuentos, novella, crítica de arte y colaboraciones periodísticas y radiofónicas. La crítica y los premios recibidos a lo largo de su trayectoria, son testigo de su nivel literario.

La presentación corrió a cargo de la editora de Parnass Ediciones, Amàlia Sanchís, quien recalcó la satisfacción de haber reeditado La frontera de cristal, un libro imprescindible y de plena vigencia en nuestros tiempos. A continuación, Josep Maria Micó, catedrático de literatura de la Universitat Pompeu Fabra y prologuista de la segunda edición de la editorial Seuba, rememoró algunas anécdotas de aquellos años y reseñó el estilo conceptual y depurado del poemario, donde las antítesis, profusas, expresan las contradicciones existentes en de todas las cosas, hechos o sentimientos. Cómo ya hizo notar en su prólogo de 1999, destacó la voluntad del autor de desenmascarar la aparente sencillez de la realidad, como aquello que está presumiblemente al alcance de todo el mundo, pero que a sus versos se nos muestra escurridiza y  esquiva.

La lectura de los poemas, muy emotiva y sobrecogedora, estuvo a cargo de los slammers Jaume Muñoz y Àlexander Luca. Los dos se alternaron en la recitación, y con sus voces llegaron a crear una atmósfera muy idónea con el contenido del versos. La contribución de la bailarina Gisela Orilla aportó belleza y movimiento a la palabra poética, en un cuidadoso maridaje de diferentes disciplinas artísticas.

Finalmente, se proyectó un vídeo sobre el Epitafi de Seikilos. Soldevila  quiso manifestar que la letra de esta canción, que se remonta al s. II a.C., tiene ahora tanta validez como en el momento de su creación.
“Mientras vivas, brilla
no sufras nada en absoluto.
La vida dura poco,
y lo tiempo exige su tributo.”

Casi como su libro de juventud: La frontera de cristal.