En diciembre de 2002 nacía en la Barceloneta la librería especializada Negra y Criminal, con Paco Camarasa al frente. Hoy anuncia que cerrará sus puertas en octubre. Una pésima noticia para el sector.
En un breve comunicado, que por ahora sólo se ha hecho público a la red de "cómplices" de la librería, lamentan que han de bajar persianas justamente cuando "la novela negra está de moda" y ocupa colecciones de importantes editoriales, grandes superficies, e incluso "gasolineras".
Son muchísimos los autores, nacionales e internacionales, que han pasado por la casa: Alan Furst, Carlos Salem, Alexis Ravelo, Andrea Maria Schenkel, Asa Larsson, Benjamin Black, Börge Hellström o Camilla Lackberg, entre otros.
Dicen los responsables de la librería que se van contentos, y agradecen esa red de clientes que les han permitido "resistir" los últimos tres años, pese a que el mercado se ha transformado enormemente.
"Ya no somos necesarios", afirman. Algo con lo que no están muy de acuerdo los fieles lectores que se desplazaban a la Barceloneta para que dos libreros de raza (Paco y también Montse Clavé) les recomendaran las novedades editoriales del género.
¿Pero a qué se refieren con negro? Los responsables de la librería acudían a la definición de Paco Ignacio Taibo II para explicarse: "Una novela negra es aquella que tiene en su corazón un hecho criminal y que genera una investigación. Lo que ocurre es que una buena novela negra investiga algo más que quién mató o quién cometió el delito, investiga a la sociedad en la que los hechos se producen. Empieza contando un crimen, y termina contando cómo es esa sociedad".
"Hay que diferenciar entre la novela negra y policíaca. Por eso, muchas veces para englobar todo hablamos de novela negra y criminal. Carmen Posadas no hace novela negra o Agatha Christie no es novela negra pero sí policíaca. La novela policíaca como juego, entretenimiento y olvidarte de determinadas cosas es una herramienta perfecta. La novela policíaca te hace entrar en el juego del autor y te engancha. Coge la parte chafardera que cada uno tenemos. Averiguar quién es el asesino y jugar a este juego", explicaba, en una entrevista en este diario, el propio Paco Camarasa.
Lo que resulta indiscutible es que la librería ha sido un auténtico motor para difundir y promocionar el género. Su colaboración con el BCNegra ha convertido el festival en uno de los grandes acontecimientos literarios de la ciudad. "Nos alegramos de haber contribuido a poner el género que queremos, el negrocriminal, donde se merece: en el mejor lugar de cualquier librería", sostienen.
Han sido, pues, 13 años que concluyen el 3 de octubre. Aún hay tiempo para acercarse a la calle de la sal número 5 para despedirse de otro emblema de la ciudad que desaparece. Cada sábado hasta el cierre seguirá ofreciendo sus tradicionales mejillones y su vino negro y durante todo el mes de septiembre quienes se acerquen podrán adquirir libros de segunda mano de un fondo de 4.000, a precios que van de los dos a los cinco euros, además de las últimas novedades.
Albert Lladó
La Vanguardia 2-9-2015