Los creadores compartieron con el público anécdotas sobre la génesis de una obra tan singular como excepcional. Inspirándose en los dibujos con los que Beneyto ilustró las portadas de dieciséis libros de Camilo José Cela, y sus respectivos títulos, Cornadó ha escrito una serie de relatos donde convergen lo narrativo y lo lírico, lo metafísico y lo científico, el humor absurdo y la imagen póetica. Textos protagonizados por los seres metamórficos beneytianos –hombres pollos, mujeres tubérculo, bicéfalos mutados- habitantes de mundos raros, disparatados o misteriosos, siempre inquietantes. La cuidada edición a todo color permite disfrutar de las correspondencias e interacciones entre título, ilustración y recreación literaria.
Francisco Ferrer Lerín, por su parte, destacó algunos de los aspectos más llamativos del libro, como el recurso clásico del “Deus ex machina” que, al resolver los relatos de manera inesperada, adquiere una función rompedora. O el título, Sa Ximbomba que, fruto del azar juguetón, es una metáfora perfecta y onomatopéyica de la extrañeza de las transformaciones súbitas. Esto propició una interesante reflexión sobre el Postismo, al cual se asocia la obra de Beneyto. Para Cornadó, este movimiento va un paso más allá del Surrealismo, ya que aparte de combinar o fundir dos dimensiones o entes, los distorsiona, forjando nuevas realidades.
Para finalizar, el autor leyó uno de los relatos más memorables del libro, el lúcido, irónico y corrosivo “Pisando la dudosa luz del día”.