AMPLIACIÓN DEL CAMPO DE BATALLA
Nuestra tierra es fecunda en poesía: no sabemos exactamente qué minerales y nutrientes especiales tiene pero levantas una piedra y te encuentras con cuatro poetas. Desde nuestro siglo de oro, el veinte, la potencia lírica catalana no ha hecho más que crecer —y los recitales, las editoriales, los festivales, también. En los últimos tres años, la consolidación del Poesía i + ha contribuido y lo quiere seguir haciendo: este año quiere ser, más que nunca, un catalizador que permita la proliferación, la mutación y la expansión de versos.
En 2016 ampliamos el campo de batalla: en vez de dos directores, tres, Mireia Calafell, Martí Sales y Pere Almeda, y en vez de cuatro municipios, participan siete. Del 7 al 17 de julio, el festival, pues, se convierte en uno de los pilares poéticos más importantes de fuera de la capital, hermanándose con todos aquellos que también quieren celebrar la poesía en su casa.
Bajo este precepto, la programación coge impulso y rompe las costuras de lo previsto para acoger espectáculos y artistas tan diferentes como el Niño de Elche, Antònia Vicens, eTomàs Arias, homenajes a Wisława Szymborska, Ventura Almendro o Mikel Laboa (por Delorean) y un combate de glosa, entre muchos otros.
El último día tendremos un acto de las editoriales de poesía invitadas no sólo a vender libros sino también a pensar la programación del domingo: así queremos empezar a trabajar de una manera más transversal y compartir y discutir los criterios de programación entre todos.
En total, diez días de poesía infiltrada, declamada, llamada, cuchicheada, cantada, tácita, inscrita, bestial, encantadora, hormigueando, burbujeando, en mil formatos y voces, con toda su potencia contagiosa y transformadora: será una alegría poderla compartir con todos vosotros.