La Generalitat de Catalunya ha concedido la Creu de Sant Jordi a la escritora barcelonesa –y socia de la ACEC– Ana María Matute,
por la calidad de su obra narrativa, “una extraña combinación de
denuncia social y mensaje poético ambientada a menudo en el universo de
la infancia y adolescencia”. La autora recogerá el galardón, junto con
los otros premiados, el próximo martes 21 de abril, a las 19 horas, en
el Salón Sant Jordi del Palau de la Generalitat.
Entre
los múltiples galardones con los que se ha reconocido la obra de
Matute, que el mes pasado depositó su legado en la Caja de las Letras
del Instituto Cervantes, destaca el Premio Planeta 1954, con Pequeño Teatro; el de la Crítica 1958, por Los hijos muertos, obra que ganó el Premio Nacional de Literatura 1959; el Premio Nadal 1959, con Primera Memoria, y el Ciutat de Barcelona 1996, por El verdadero final de la bella durmiente. Matute es miembro de la Real Academia de la Lengua Española.
El Gobierno catalán acordó conceder este galardón, en reconocimiento a
los servicios prestados a Cataluña y a la labor en defensa de su
identidad, a 27 personalidades y quince entidades. Además de Matute,
algunas de las personalidades premiadas este año son: la pedagoga
Isabel Arqué; el médico Lluís Barraquer; la filóloga Myrta-Beatriz
Casanova; la matemática Maria Assumpció Català; el economista Jaume
Cayameres; la empresaria Adriana Casademont; el empresario y promotor
cultural Josep Colomer; el empresario y psicólogo Cristóbal Colón
Palasí; el abogado y dirigente sindicalista Joan Coscubiela; el médico
Santiago Dexeus; la directora de canto y pedagogía María Teresa
Giménez; el empresario de moda Isak Andiic Ermay; el empresario y
arquitecto técnico Josep Maria Pujol; el farmacéutico Joan Sabater; la
química Neus Sanmartí y el veterinario Josep Tarragó.