Con motivo de la presentación de la primera edición del premio Cedro, que ha recaído en el escritor madrileño Lorenzo Silva, Carmen Riera, presidenta de esta entidad de autores y editores, ha afirmado que desde 2015 no reciben la remuneración correspondiente a las copias de sus obras, una cantidad que cifran en «40 millones de euros por año» y que llevan reclamando desde 2012.
En este sentido, Riera ha recordado el acuerdo firmado entre Cedro y CRUE Universidades Españolas, por el que «prácticamente» todas las universidades han empezado a remunerar a los autores y editores por el uso de copias de fragmentos de sus libros en los campus virtuales, pero ha incidido en la necesidad de «un acuerdo similar para todos los niveles de la enseñanza reglada no universitaria».
Así, la presidenta de CEDRO ha instado al Gobierno a que utilice de forma «decidida y hasta sus últimas consecuencias» la legislación vigente en la lucha contra la piratería. «En países como Alemania o Francia se valora el carácter estratégico de la propiedad intelectual, pero en España esta área está siendo abandonada a su suerte», ha puntualizado.
Para Silva, quien ha resaltado que el premio está otorgado por sus compañeros autores y editores, la situación actual de los derechos de autor en España denota una «falta de inteligencia y salud moral colectiva». En este sentido, el madrileño ha vuelto a destacar la necesidad de crear una «biblioteca pública digital» como una de las vías para facilitar el acceso a los lectores con pocos recursos a los libros de manera gratuita, así como para disuadirlos de la descarga ilegal.
«Mi reflexión sobre los lectores que tienen recursos y llevan a cabo descargas ilegales no es amable», ha puntualizado Silva al tiempo que ha destacado cómo Portugal es capaz de implantar mecanismos que luchen contra la piratería. «España no está siendo lo bastante inteligente y decente», ha dicho el escritor, quien ha recordado cómo el libro con el que ganó el Planeta, La marca del meridiano, estaba disponible en versión «audioguía» tan solo siete horas después de que saliera a la venta. Pero también ha contado cómo desde su página web ofrece varios libros de forma gratuita, pero aún así la gente «los piratea».