Con el propósito de alternar un poeta catalán vivo con una traducción relevante, la segunda sesión de ''Dimatrs poètics'' llenó la librería Animal Sospechoso y se acabaron los ejemplares de los Poemes escollits de Joseph Brodsky, premio Nobel 1987, ahora hace exactamente treinta años.
El recital consistió en una lectura de la edición completa occidental de sus poemas, compilados por Ediciones 1984 el volumen Poemes escollits. Lo hicieron David Castillo, director del ciclo y prologuista de la edición, y Judit Díaz Barneda, traductora del ruso en comparación con la edición americana, que supervisó el mismo Brodsky. La sesión duró una hora, a través de los tres bloques recopilatorios de su obra completa en verso. Durante la intervención, los dos ponentes recordaron la visita del Nobel en Barcelona, gracias a las gestiones del departamento de eslavas de la UB, el anecdotario del personaje y la calidad de su poesía, que Castillo calificó como “la más importante de la segunda mitad del siglo XX”.
Expulsado de la Unión Soviética el 1972 después de haber sufrido un proceso de parasitismo, Brodsky se instaló el 1977 en los Estados Unidos después del apoyo de su amigo Auden. Se lo considera como la cumbre del siglo de plata de la literatura rusa, junto con su amiga Anna Akhmatova, Marina Tsvetatieva, Ossip Maldestam y Boris Pasternak, entre otras.