Irónico y sabio, Jorge Herralde define la edición "como el único oficio para mí", un oficio en el que comenzó a ejercer hace 50 años cuando, teniendo como modelo al editor francés François Maspero, Herralde fundó en Barcelona, su ciudad, la editorial Anagrama, a través de cuyo catálogo varias generaciones de lectores se han formado.
Con su colección Narrativas hispánicas, Herralde entabló puentes con Latinoamérica, introduciendo en el campo literario español autores provenientes del otro lado del Atlántico y de este modo se pudo leer en España a Ricardo Piglia, Sergio Pitol, Mariana Enríquez, Leila Guerriero o Martín Caparrós, estos dos últimos cronistas, un género del que Herralde se ha reconocido ser un seguidor apasionado.
De hecho, Herralde es el responsable de publicar por vez primera en castellano al periodista y escritor polaco Ryszard Kapuscinski o de descubrir a los lectores españoles el nuevo periodismo de Tom Wolfe. Si bien la ficción siempre tuvo un papel importante en Anagrama, en los primeros años de la editorial el ensayo y, en concreto, el ensayo político tuvo un papel protagonista, pues, como reconoce el propio Herralde, la editorial se definió desde el inicio por su carácter contestatario y por inscribirse dentro de la denominada izquierda heterodoxa.
Así, Anagrama publicó a Rosa de Luxemburgo, Trotsky, Anton Pannekoek o Gramsci, y hasta la llegada de la democracia, Anagrama fue uno de los sellos que más tuvo que lidiar con la censura. Editar, para Herralde, no solo significa ir contra el mercado, sino también cuestionar el discurso oficial, crear debate y de ahí que arriesgara a publicar a una autora como Judith Mitchell, "un faro para las feministas" o que en 1978 comenzara "La educación sentimental", la primera colección editorial en ámbito español dedicada a temas LGTBI.
Fue el editor de Roberto Bolaño y en los últimos años, en Anagrama han crecido los autores más relevantes del actual panorama literario español: Marta Sanz, Sara Mesa, Miguel Ángel Hernández, Luisgé Martín o Marcos Giralt Torrente, de quien publicó su primer libro de relatos. La ACEC ha explicado que con esta mesa redonda quiere "abrir el archivo Anagrama, descubrir la historia que hay detrás de la editorial y de Jorge Herralde y hacerlo a través de dos de sus autores que fueron y siguen siendo lectores de ese catálogo que ahora cumple cincuenta años". EFE.
Herralde desgrana la “accidentada” historia de Anagrama en su 50 aniversario
Barcelona, 9 jul (EFE) .- El editor Jorge Herralde ha participado esta tarde en el coloquio “Archivo Anagrama: 50 años de libros y lectores”, con motivo del 50 aniversario de esta editorial, cuyo primer título apareció en abril de 1969 y cuya historia ha definido como “accidentada”, ya que era una de las que más irritaba al régimen franquista. “Durante la dictadura editamos libros muy próximos a la izquierda radical heterodoxa, con los que te jugabas la piel por ver si pasaba la censura, pero de los que solo se vendían unos pocos centenares de ejemplares”, ha explicado Herralde, que debido a esta temática tuvo que enfrentarse a varios secuestros de libros.
No obstante, el editor ha reconocido algunas victorias en la publicación de este tipo de obras, como el libro “Cuatro tesis filosóficas”, de Mao Tse-Tung, un “clásico del pensamiento oriental que gracias a Anagrama permitió que ciertas ideas izquierdistas circularan en la esfera pública española por primera vez” y del que llegaron a venderse unos 40.000 ejemplares. Los escritores Milena Busquets y Jordi Amat, que han participado en el coloquio junto al editor, han definido a Herralde como “el mejor editor de España y, seguramente, del mundo” porque “puedes fiarte completamente de su visión literaria, ninguno vive el oficio como él y arropa a los autores como ningún otro editor”.
“Los libros de Anagrama son los únicos que la gente compra por el simple hecho de pertenecer de una editorial concreta”, han asegurado Busquets y Amat, quien ven en este hecho un signo del “gran trabajo y revolución” que Herralde ha llevado a cabo en el mundo editorial. Una de las particularidades de Anagrama, según su fundador, es que “solía publicar autores poco conocidos o que no habían triunfado, pero de cuya calidad estábamos convencidos”, pese a que no consiguieran vender una cantidad significativa de libros hasta varios años después de la primera edición.
Gracias al Archivo Anagrama, que “hasta dentro de un par de años todavía no estará listo”, según Herralde, podrá reconstruirse la historia de esta editorial a través, especialmente, de la correspondencia entre su fundador y sus escritores; aunque, por desgracia, el archivo no acoge los manuscritos de todas las obras publicadas a lo largo de sus 50 años, ya que estos no fueron guardados “por razones de espacio”.
Herralde ha lamentado, no obstante, que la Generalitat no haya invertido en el archivo porque, según el editor, “no tiene el interés o los recursos necesarios, o tal vez tiene cosas más importantes que hacer, como pensar en Waterloo”. El editor y fundador de Anagrama acaba de lanzar su libro “Un día en la vida de un editor y otras informaciones fundamentales”, una suma de textos, artículos, discursos y entrevistas que componen un completo recorrido por los secretos del sector editorial y por la evolución y las entrañas de Anagrama. EFE
A Herralde no li fa el pes la Biblioteca de Catalunya.
L’editor d’Anagrama considera que el seu arxiu no tindria prou visibilitat en aquest centre
ARA - VALÈRIA GAILLARD - 9-7-2019
Amb la notícia recent que l’arxiu de la revista Ajoblanco se’n va a parar a Santander, que se suma a tantes altres sobre llegats que es dispersen i acaben en llocs insospitats (com ara el del filòsof Arnau Puig a la revista Bonart ), la presentació pública del llibre Un día en la vida de un editor, de Jorge Herralde, precedit pel títol 50 anys d’arxiu Herralde, aixecava ahir certes expectatives per veure si anunciaria alguna cosa sobre el destí d’aquest llegat editorial, un dels més importants per a la història cultural del país. El tema va arribar, val a dir-ho, cap al final d’una sessió farcida d’anècdotes i rialles davant d’una sala, a la llibreria Laie, amb molta gent que es va quedar dreta.
Sobre el futur del seu arxiu, però, no va acabar de dir on s’acabarà conservant, però va deixar clar que la Biblioteca de Catalunya, que fins ara s’havia plantejat, no li fa el pes: “¿Creus que la Generalitat té gaire interès en uns arxius culturals i literaris? I, si en tingués, ¿té recursos quan té tantes coses per fer?”, va respondre amb aquesta pregunta a la que li havia fet el presentador, el periodista i escriptor Víctor Fernández. Milena Busquets, que també participava en la taula, va deixar anar: “És un miracle que la Biblioteca de Catalunya comprés els arxius de la meva mare [l’editora Esther Tusquets]”. Però Herralde va deixar clar que no és un tema econòmic: “Simplement volem que vagin a un lloc que s’assembli com menys millor a un cementiri”. Pim! “Diuen que faran una exposició, però ¿algú s’ha assabentat de les que han fet fins ara sobre llegats literaris?” Pam!
El crític literari Jordi Amat, un altre dels participants en l’acte, va fer una reflexió encertada: “Si el ministeri de Cultura creu que és important potenciar la capitalitat editorial de Barcelona, que els fons que compri els porti a Barcelona; una altra cosa és si les nostres institucions estan preparades per fer un bon tractament dels fons que adquireixen”. Herralde va considerar que la Generalitat ha de ser “capdavantera amb els recursos” i també en la gestió i difusió dels llegats que conserva. De moment, però, va dir que s’està treballant en la catalogació i que en dos anys prendran alguna decisió. Desfullar la margarida?
Cartes a Josep Ramon Llobera, Romà Gubern, Joaquim Jordà i Carmen Martín Gaite -“li encantava escriure i fer dibuixets”, somreia Herralde-, són alguns dels tresors d’un arxiu que ja s’endevina sucós. “N’hi ha amb autors amb els quals mantenien una relació estreta d’amistat”, va assenyalar Lali Gubern, a primera fila. La dona de l’editor va protagonitzar una de les anècdotes de la vetllada quan Milena Busquets va evocar la fascinació que li provocava la parella Lali-Herralde quan de petita els veia desfilar per casa: “Era la més glamurosa, i la Lali un dia es va posar a ballar amb el hula-hoop. Un altre anava amb unes botes altes plenes de diners... Al seu costat Gil de Biedma era un conyàs!”
Són 50 anys d’Anagrama, quatre mil llibres publicats i el títol de “millor editor d’Espanya i Europa” (Busquets dixit ). Herralde va evocar la seva decisió de ser editor inspirat per Sartre, o la publicació sonada el 1974 de Cuatro tesis filosóficas, de Mao Tse-tung. I quan una senyora del públic li va preguntar: “Hi ha molta gent que sap escriure, però, què s’ha de fer per publicar?”, va bramar: “Què vaaaa! Molt poca gent sap escriure... bé!”