Día 27 de septiembre a las 18,00 horas
Dionisio Ridruejo, de falangista a demócrata”, con Antonio Machín
Participan Silvano Andrés de la Morena, Felipe López Aranguren y María Dolores Fernández
Aula Maria-Mercè Marça, 5a. planta de l'Ateneu Barcelonès
C/. Caunda, 6 de Barcelona
Organitza Laberinto de Ariadna
Antonio Machín Romero nació en Lodares del Monte (Soria) en el seno de una familia de agricultores, estudio el Bachillerato en Almazán y cursó por libre la carrera de Magisterio, también en Almazán, en el colegio parroquial, aunque la acabó en Barcelona, ciudad a la que se había trasladado. Hizo oposiciones a Magisterio y tras ejercer dos años en la enseñanza primaria pública pasó a la enseñanza privada e ingresó en la Universidad de Barcelona para cursar, en horario nocturno, la carrera de Filosofía y Letras (sección Filología Hispánica). Acabada la carrera volvió a opositar por libre al cuerpo de profesores de segunda enseñanza. Durante un tiempo compatibilizó la enseñanza privada con la pública, y en esta última se jubiló. Los largos años en la enseñanza lo motivaron para la investigación que se inició con el poeta y político Dionisio Ridruejo, del cual publicó un trabajo breve pero muy personal. Posteriormente, ha seguido en esa línea y han sido varios los libros que ha dado a la imprenta hasta llegar a este último, que enlaza ampliándolo bastante con el primero y que lleva por título Dionisio Ridruejo. Un personaje incómodo.
Dionisio Ridruejo. Un personaje incómodo Este libro es fruto de un trabajo prolongado en el tiempo y que se inició en años todavía del franquismo, por lo que sus dos protagonistas fundamentales son Ridruejo y el propio franquismo. Después de exponer la infancia y formación de Ridruejo el autor va mostrando las habilidades, amistades y estudios del protagonista. Nos muestra cómo se ve empujado a afiliarse a la Falange y cómo se va iniciando una vida de febril actividad al lado de quienes estaban en contra de la II República y decidieron acabar con ella recurriendo a la razón de la guerra, es decir, mediante una sublevación militar. Ridruejo, por consiguiente, participó en la guerra civil, ocupando cargos destacados, primero en la Falange y luego en el Nuevo Estado creado por los sublevados, en el que llegó, en plena juventud, él había nacido en 1912 en El Burgo de Osma (Soria), a ser Director General de Propaganda y tercero en el Régimen recientemente creado, tras Franco y Serrano Suñer. Estos honores no le llegaban a satisfacer porque él era un falangista puro y con unas pretensiones concretas que se explicitaban en llevar a cabo la revolución nacional-sindicalista. Quien está en el vértice de la pirámide de mando tiene muchos amigos, pero no le faltan tampoco los enemigos, y él los tuvo y le acusaron de estar protegido en los despachos mientras los jóvenes de su edad se estaban jugando cada día la vida en los campos de batalla. Para verse libre de esta acusación no dudó en alistarse en la llamada División Azul y pasar de jefe y jerarca a soldado raso. En la campaña de Rusia sufrió, como todos, las bajas temperaturas, la mala alimentación y el esfuerzo físico al que realmente él no estaba acostumbrado. Cuando ya había cumplido cierto tiempo en el frente sus amigos madrileños (en especial Serrano Suñer) hicieron , y a pesar de su resistencia, gestiones para su regreso, para que regresara ya a España; el regreso se cumplió. Ahora tenía que recuperarse físicamente (llegó a pesar entre 35 y 40 Kg) Libre, descansado y sin nada ya que demostrar siguió reflexionando para llegar a la conclusión de que, como el Régimen no daba señales de llevar adelante las reformas que los falangistas demandaban, lo mejor era abandonar sus cargos (que eran varios) para regresar a la vida privada . El Nuevo Régimen reaccionó confinándolo en Ronda, y al mismo tiempo, como consecuencia de un incidente en Begoña, fue cesado su amigo Serrano Suñer del cargo de ministro de asuntos exteriores. En Ronda era feliz, el paisaje era maravilloso, puro deleite para los sentidos, pero se alojaba en el Hotel Victoria cuyas facturas tenía que liquidar su madre. Para aliviar la situación económica sus amigos catalanes le ofrecieron gestionar su traslado a Cataluña ofreciéndole una casita en la costa. Su situación económica iba de mal en peor, pero no por eso abdicó de sus ideales ni aceptó cargos remunerados del Régimen que le pudieran comprometer, pero como de algo tenía que comer él y su familia aceptó marchar a Italia como corresponsal de la prensa del movimiento. La estancia en Italia fue fundamental para que fuera evolucionando del fascismo a la democracia, lo que ocurrió lentamente y se consumó tras diversos incidentes hacia 1956, fecha en la que él pasa ya a ser miembro reconocido de la oposición. A partir de ahora sufrió cárceles, multas, confinamientos, privaciones de pasaporte, denuncias varias, desprecios de algunos …, pero él puso ahora en la defensa de la democracia el mismo empuje, la misma ilusión, el mismo compromiso que había puesto anteriormente como fascista para acabar con la II República, y todo esto lo hizo reconociendo que se había equivocado y aceptando los desprecios que algunos de los de antes y de los de ahora le mostraban. En esa batalla, el hombre que había pasado del fascismo a la democracia, fue poniendo a prueba su salud hasta que ésta se agotó en 1975.