Albert Sánchez Piñol es un antropólogo y escritor que ha conseguido el éxito de ventas y de crítica con varias de sus novelas, como “La piel fría”, “Pandora en el Congo” o “Victus”, y podemos pensar que conoce los secretos y los trucos para crear una buena historia o, como algunos autores dicen, creer que no hay ningún misterio; tan solo tener talento y escribir.
Sánchez Piñol siempre ha sentido curiosidad y gran interés por conocer cómo crear una buena historia, por eso nos cuenta en su libro cómo se citó con varios escritores a los que admiraba, de autores de teatro a escritores de best sellers, para hacerles la gran pregunta. Su sorpresa fue que en cada respuesta que obtenía le causaba más estupor porque no había una reflexión detrás, muchas veces solo eran ideas vagas llenas de lugares comunes.
Explica que nunca dejó de sorprenderle que no se hiciera una reflexión profunda de cómo lograr pasar de imaginar una historia a crearla, aunque fuese solo por un interés económico, pues como afirma en su libro “si sumamos todas las actividades económicas en las que la narración es el eje generador (el mundo editorial, el dramático y el audiovisual), nos encontramos con la tercera o cuarta industria más importante del planeta. Este libro va de letras, no de números, pero cualquiera puede entender que la base de una obra de teatro o una novela es su argumento, y el de una película de Hollywood, o una serie de televisión, su guion.”
Sánchez Piñol viene a decirnos que las personas necesitamos relatos, lo cual no quiere decir que la narrativa nos haga mejores, como la historia desgraciadamente nos ha demostrado tantas veces; solo hay que pensar en los gerifaltes nazis instruidos y sensibles a la cultura y a la vez insensibles al dolor humano. Considera que nuestra vida está llena de historias, y necesitamos contárnoslas a nosotros mismos, incluso, en sueños: “El hecho de narrar es una pulsión tan poderosa, tan intrínseca al género humano, que cada noche… ¡nos explicamos historias a nosotros mismos a través de los sueños! Tanto es así, que cuando cerramos los ojos nos convertimos en narradores y espectadores a la vez. Estamos ante una función fundamental del cerebro humano: los sueños son relatos que ordenan y otorgan significado a nuestro mundo y a nuestra vida dentro de él. Y el mundo es lo que tiene orden, un cierto tipo de orden. Sin orden ni significado, la vida deja de tener sentido. Enloquecemos y morimos. Necesitamos relatos, de la misma manera que los animales necesitan el pienso. Nuestra mente nos lo exige: si no soñásemos, enloqueceríamos. Y aquí una verdad de lo más tétrica: los torturadores lo saben. Uno de los suplicios más refinados consiste en interrumpir el sueño, y hacerlo en los momentos más críticos, cuando el cerebro duerme profundamente y sueña. Y ahora volvemos a Azaña: si la narrativa nos hace, sin narrativa nos deshacemos. Es terrible. Pero es cierto”.
Sánchez Piñol ha escrito un ensayo de gran ambición y poniendo ejemplos concretos para lograr “poner orden y sentido al acto creativo” y plantearse “¿Cómo se hace una buena historia? ¿Cómo hemos de explicar un relato para que llegue a tener consideración como tal? ¿Qué es, de hecho, un relato?”
Esta tarde, lunes 15 de febrero/19h, podremos escuchar al propio Albert Sánchez Piñol contándole al periodista y escritor Álvaro Colomer cuáles son esas estructuras que nos ayudarán en el momento de crear y también como espectadores, incluso, para conocernos mejor a nosotros mismos. El encuentro podrá seguirse por el canal de youtube de la ACEC, encuadrado en la serie de Diálogos que la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña organiza con el patrocinio de CEDRO.
Organiza ACEC - Coordina Álvaro Colomer
Patrocina CEDRO