Dirigió y presentó el programa cultural 'Àrtic' de Betevé, por cuyo plató pasó lo mejor del ámbito de la cultura catalana
En algún rincón de los almacenes de Betevé, seguramente abandonado en una esquina y cubierto de un dedo de polvo, tiene que haber un sofá de color rojo. Es el que usaba Anna Pérez Pagès para entrevistar a los artistas que se acercaban al programa que dirigió durante nueve años. Entre 2013 y 2022, la periodista llevó las riendas de Àrtic, un espacio televisivo diario por el que todos los agentes culturales barceloneses querían pasar. De hecho, se puede afirmar que sentarse en aquel sofá era algo tan deseado por los escritores, los músicos y los demás creadores de la ciudad como salir en La Contra de La Vanguardia, ser entrevistado por Anna Guitart o trasnochar con Xavier Graset.
Sentarse en aquel sofá rojo era muy deseado por los escritores, los músicos y los demás creadores de la ciudad
Àrtic fue clausurado de un modo sorpresivo, cuando el programa se había consolidado y cuando representaba como pocos la marca betevé. La noticia de su cierre hizo que muchísima gente se interesara por el destino de Anna Pérez Pagès y recuerdo perfectamente lo abrumada que ella llegó a sentirse ante semejante oleada de cariño. Pues bien: si aquello le sorprendió, cuesta imaginar qué habría sentido al percibir la capa de la tristeza que se ha instalado en el sector cultural catalán al hacerse pública la noticia de su muerte por culpa del cáncer. Efectivamente, la madrugada del pasado Jueves Santo, la periodista fallecía en el Hospital del Mar. Recientemente la habían cambiado de habitación para que pudiera ver el Mediterráneo desde la cama.
Anna Pérez Pagès era una apasionada de la radio y el teatro que acabó haciéndose fuerte en la televisión. Licenciada en filología inglesa y periodismo, además de diplomada en Artes Escénicas y exalumna del Institut del Teatre, dedicó los últimos veinte años de su vida a una profesión que consideraba, según sus propias palabras, “la mejor del mundo”: el periodismo, concretamente el periodismo cultural que empezó a ejercer en COM Ràdio y que continuó realizando en Betevé, a cuyos platós accedió en 2008 gracias a Joan Barril, que la fichó para su también mítico programa QWERTY. Posteriormente dirigió el no menos importante para el mundillo teatral A escena, para saltar finalmente a la dirección de Àrtic, espacio por el que ganó, junto al resto del equipo, el premio ARC de la industria musical.
Tras la clausura del programa, Anna Pérez Pagès continuó ligada a Betevé, ahora como coordinadora de contenidos culturales, hasta que el cáncer la obligó a apartarse de la actividad profesional. Su fallecimiento, repentino para muchos profesionales del sector, deja un enorme vacío en el periodismo cultural catalán. Atrás queda un currículo que, además de los medios antes citados, incluye colaboraciones con Catalunya Ràdio, TV3, RAC1, Ràdio 4 y, entre otros, El Periódico de Catalunya, además que trabajos esporádicos para el TNC, la Bienal de Venecia o la Universitat Pompeu Fabra, donde ejerció como profesora del Máster de Edición durante cuatro años.
El dolor se ha hecho palpable incluso en muchísimas personas del sector cultural que ni siquiera sabían que estaba enferma
Ahora, cuando a sus cincuenta años había alcanzado el estatus de profesional imprescindible, y cuando además había conseguido algo tan difícil como puede ser el hecho de tener una imagen ligada a tu prestigio, en este caso la imagen de un sofá rojo, la muerte se la ha llevado, dejando al sector francamente consternado. De hecho, el dolor se ha hecho palpable incluso en muchísimas personas que ni siquiera sabían que estaba enferma y que, por tanto, no pueden considerarse íntimas. Pero hay que recordar que, cuando te lloran incluso personas que no formaban parte de tu vida de un modo directo, puedes marcharte con la seguridad de que conseguiste algo francamente importante: que todo el mundo te quisiera.
Álvaro Colomer - La Vanguardia