El contrato digital, un ejemplo a seguir por los escritores gallegos y vascos
7/10/2011
Xabier Mendiguren, Guillem-Jordi Graells, Armando Requeixo y Mario Sepúlveda (Foto:Carme Esteve)
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La mesa redonda "Repercusión de la edición digital en la práctica y los derechos del traductor" abrió el encuentro de la Federación Galeusca, que se celebró el 30 de septiembre y el 1 de octubre en el Ateneu Barcelonès. Los escritores gallegos y vascos expusieron el panorama de la edición digital en sus lenguas, señalando que tal vez se encuentran un paso atrás de Catalunya, pionera en establecer un modelo de contrato digital entre escritores (ACEC y AELC) y editores.
Mario Sepúlveda, asesor jurídico de la ACEC y la AELC, explicó el acuerdo conseguido el mes pasado entre el Gremi d’Editors de Catalunya y las asociaciones de escritores ACEC y AELC para establecer un modelo de contrato en edición digital, dando sobre todo importancia a la creación hace ya dos años de una Comisión Paritaria integrada por representantes de las dos entidades. “Somos conscientes de que se trata de un modelo provisional, ya que la edición digital está en constante evolución, pero no tenemos miedo porque tenemos plena confianza en seguir entendiéndonos para introducir modificaciones”, dijo Sepúlveda.
Entre las características de este nuevo contrato resaltó el hecho de que se trata de un contrato diferente al de edición en papel: “En el contrato de edición tradicional el autor cede los derechos de reproducción y distribución al editor, pero en el de edición digital no hay distribución en un soporte tangible, tal como marca la Ley de Propiedad Intelectual”. Sepúlveda remarcó que “la virtud de nuestro contrato digital es que quiere entender esta situación” y advirtió que no se trata de una situación futura con pocas repercusiones inmediatas, sino que “ya está aquí e incluso llegamos tarde”. Al mismo tiempo denunció que “estamos en la etapa de acopio de derechos. Los editores están acumulando derechos de los autores en contratos de edición tradicionales para después negociar con quien haga falta”. En este sentido, Guillem-Jordi Graells, presidente de la AELC, advirtió que las denuncias a CEDRO por pirateo se han cuadruplicado en el último año, y denunció la “nefasta política” de los editores, que venden obras digitales a precios parecidos a las de papel por miedo a hacerse entre ellos mismos la competencia.
La situación en Galicia y País Vasco Armando Requeixo, de la Asociación Gallega de Escritores (AELG), aseguró que en Galicia todavía no han encontrado una fórmula viable para la edición digital y apuntó que una buena solución puede ser impulsar un contrato parecido al que ha firmado Catalunya, diferenciándolo de la edición tradicional. Requeixo cree que la repercusión de las nuevas tecnologías en los libros todavía no es muy importante, sobre todo si se habla de traducción, ya que la mayoría de los libros que se encuentran en la red se descargan gratuitamente. A pesar de esto, explicó el caso de alguna plataforma que tiene traducciones para descargar y que el traductor cobra por trabajo y si alguna editorial le publica la obra, solo le paga con algunos ejemplares. Xavier Mendiguren, por parte de los escritores en euskera (Euskal Idazleen Elkartea, EIE) también hizo un breve repaso al mundo del libro en lengua vasca, señalando que los libros digitales son exclusivamente obra nueva y ninguna traducción. Mendiguren, al igual que los gallegos, habló de la edición digital como un fenómeno prácticamente inexistente. Por otro lado, Ander Iturriotz , presidente de EIE, apostó por la difusión de las obras antes que el cobro de los derechos de autor, y apuntó por otras fórmulas como el copy-left.
Manifiesto de la Federación Galeusca El encuentro de la Federación Galeusca se clausuró el día 1 de octubre con la lectura de un manifiesto, en que, entre sus puntos, los escritores denuncian el proceso de involución que padece el reconocimiento de las tres identidades por la falta de cultura plural del Estado español, y aseguran que, a pesar de los avances en normalización, la situación está muy lejos de los mínimos exigibles. Reiteran al mismo tiempo su apoyo a los modelos de inmersión lingüística de sus respectivos sistemas educativos. En este sentido, advierten que solo habrá un restablecimiento de la normalidad si las tras naciones tienen más soberanía, ante los intentos de recentralización del estado unitario español y las “nuevas formas de censura económica e ideológica”.
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