La Barcelona literaria y la ciudad como
escenario novelado han centrado parte de los coloquios de hoy domingo en el
Salón del Libro de París. El programa presentaba diferentes sesiones que han
versado sobre la ciudad y su presencia en la literatura. La más destacada ha
sido la celebrada en el auditorio oficial del salón y que tenido a Eduardo
Mendoza, Albert Sánchez Piñol y Mathias Énard como participantes. En las
sesiones de hoy también ha participado Carme Riera, recientemente reconocida
con el premio José Luis Giménez – Frontín, que concede la ACEC.
Bajo el título “Las metamorfosis de
Barcelona”, Mendoza, Sánchez Piñol y Énard han recorrido diversos capítulos de
la historia y la evolución de la ciudad y de qué manera aparecen reflejados en
sus obras. Mendoza –de quien el Institut Ramon Llull y la organización han
tomado prestado el título La ciudad de
los prodigios para reunir la presencia barcelonesa en el certamen– ha
señalado que “la ciudad ha cambiado en mis novelas sin que yo haya sido
consciente”. “Las calles, los personajes y los hábitos que se han transformado
en los últimos años se reflejan en las novelas”.
Precisamente, Sánchez Piñol ha apuntado
que una de las causas que le llevó a escribir Victus fue La ciudad de los
prodigios: “cuando leí el episodio del siglo XIX en el que, en cada
revolución, los barceloneses asaltaban la Ciutadella me impactó mucho”. Sánchez
Piñol ha calificado la derrota de 1714 como “una tragedia universal, no
únicamente local”. Por su parte, Mathias Énard ha subrayado que novelas como La ciudad de los prodigios y Victus “cambian la manera de ver la
ciudad en la que vives” y ha añadido que “Barcelona dispone de una sólida
geografía literaria que ofrece enormes posibilidades”. Los tres novelistas, que
han escrito obras en diferentes idiomas, han coincidido en afirmar que “es la
lengua quien te escoge y no al revés”.
Precisamente, la geografía literaria de
Barcelona ha sido el itinerario del coloquio “La Barcelona literaria de Manuel
Vázquez Montalbán”, que ha reunido a Alicia Giménez Bartlett, Dominique
Bourgois y Georges Tyras. El coloquio ha dado la mano a Carvalho y Petra
Delicado y ha permitido viajar por la Barcelona de los setenta y ochenta para
aproximarse a los escenarios y los ambientes de las novelas de Montalbán.
Y Barcelona también ha sido la
protagonista en los diálogos poéticos con Buenos Aires e histórico-literarios
con París y Bucarest. En el primer caso, Miquel de Palol ha conversado con
Jonio González y ha defendido el castellano de Catalunya como una variante más
de la lengua castellana frente a las críticas que en ocasiones se oyen desde
Madrid y que lo consideran como un error. “Poetas como Gil de Biedma, Barral o
Goytisolo cultivaron este castellano a través del cual contribuyeron a
modernizar la expresión poética española”.
Carme Riera ha tenido hoy doble
presencia. Además de participar, junto a Gabriela Adamesteanu en el diálogo
entre Barcelona, París y Bucarest, ha sido una de las tres integrantes del
coloquio “El arte de recitar”, con Jaume Cabré y Mathias Énard. Los tres
autores han mantenido una interesante conversación sobre la fuerza de sus
personajes y cómo condicionan el desarrollo de sus obras. Mientras que el autor
de Jo confesso se ha erigido omo el
dominador de sus personajes (“en último caso, yo decido sobre ellos”), la
escritora mallorquina se ha mostrado condicionada por ellos (“he llegado a
tener luchas muy violentas con personajes míos de mucha fuerza”) y ha expuesto
el caso de un personaje que quería eliminar rápido de circulación y finalmente
se vio obligada a dedicarle dos capítulos.