El pasado martes, 21 de mayo, se presentó el último poemario de Anna Rossell en la librería Laie de Barcelona. En el acto intervinieron el poeta Josep Anton Soldevila, ganador del Premio de Poesia Vicent Andrés Esteller 2012 por su poemario El mur de Planck, la editora Noemí Trujillo (Ediciones Playa de Ákaba) y la autora.
Trujillo destacó la relevancia de la voz de Rossell en la poesía catalana contemporánea, al mismo tiempo que hacía referencia a la tradición del tema de la ausencia y sus variantes en la historia de los representantes más universales de la poesía en lengua catalana. Soldevila realizó un recorrido por la poesía publicada anteriormente por la autora, subrayando los hitos más determinantes: el dolor del mundo, el viaje, la injusticia, y comparando estas características al nuevo registro de Àlbum d’absències, mucho más cercano e intimista, del que detalló el exilio interior, el alma desgarrada, la añoranza, la muerte, la frustración, la soledad… poemas escritos “en el mismo centro de la tempestad”. Soldevila finalizó su parlamento destacando un poema de Rossell donde el ritmo le recuerda a Ausiàs March.
Finalmente, Anna Rossell explicó –reanudando la cuestión del nuevo registro– la gestación del poemario, escrito en la década de los noventa, que definió como “literatura catártica, liberada y escrita desde la herida abierta por el dolor”; el poemario en que la voz poética “se identifica más con mi persona”. A continuación, recitó algunos poemas, a modo de ejemplo de cada una de las ausencias, para finalizar con un poema dedicado al genocidio cometido por los nazis contra los judíos, inspirado por el monumento del arquitecto Peter Eisenman, en Berlín. El público destacó, que además de la calidad poética del acto, sobresalió la dimensión humanista y ética.