Se cumplen 100 años del nacimiento en Saigón de Marguerite Duras, la escritora cuya obra pivota alrededor del amor, el sexo, el dolor y la soledad. Fallecida en París en 1996, Duras dedicó su vida a las palabras. Emprendió obras literarias, guiones cinematográficos, puestas en escena, artículos, debates, militancias políticas, etc.

Marguerite Duras devoró y escribió sobre la historia que le tocó vivir, desde la Segunda Guerra Mundial hasta la cultura de masas. Fue un icono mediático, e incluso llegó a escribir canciones para artistas de cabarets. La desolación, y la subjetividad son características presentas en muchas de sus obras. Más allá de El amante (1984), (su novela más conocida y llevada a la gran pantalla y con la que ganó el premio Goncourt) el universo literario de Duras es amplio y marcado por una voz potente y personal.

Militante de causas diversas, Duras estuvo enrolada en el Partido Comunista, y fue una mujer inquieta y polifacética. Duras pasó su infancia y adolescencia en la Indochina francesa, experiencia que marcó muchas de sus obras. Otras de sus novelas más conocidas son Moderato Cantabile (1958),  El vicecónsul (1966), El amor (1971), El mal de la muerte (1982),  o Yann Andréa Steiner  (1992).

Asociada en un principio al Nouveau Roman, sus obras siempre tendrían un sello particular, compuestas por frases cortas, de tiempo y acciones desestructurados, de una gran potencia e intensidad. Unas historias que buceaban en el misterio de los seres y de las cosas, del amor, el abandono, el silencio, la soledad, la sensualidad femenina y la muerte.