«Yo no relato, ofrezco al lector un panorama para que construya el relato a partir de los elementos, y entonces todo resulta humorístico si el lector pone algo de sí mismo», ha declarado Luis Goytisolo en la presentación de este jueves de «Chispas», su nuevo libro, en la Biblioteca Nacional.

El libro, editado por Anagrama, mira en forma de textos breves a la sociedad actual con un humor sin piedad que alude directamente a las conversaciones y comportamientos del humano actual, inmerso en móviles que lo acaparan, libros de autoayuda, o sometidos a la dictadura de lo digital que los abduce y de lo políticamente correcto que los limita.

«Este libro pertenece a la línea B de mi obra», ha confesado Goytisolo (Barcelona, 1935), que considera que el tipo de humor de «Chispas» es «muy poco común» y lo asemeja con el de su fábula «Sátiro y sátira» (1968), a la vez que lo aleja del de la mayoría de su obra, la que cataloga en su línea A, que según él ofrece un humor «más cervantino».

Sin embargo, sí encuentra un nexo que la une al resto de su creación en lo que reivindica como sus dos principales intereses, la creación literaria y el sexo, ya que, asegura: «Yo fui muy precoz en ambas cosas y esos temas siempre los reflejo en todas mis obras, y también en ‘Chispas’, aunque no sean los temas más importantes».

El autor se posiciona en un punto neutro para describir una realidad que tacha de «verdaderamente triste», sin denunciarla, para dejar la carga del juicio moral en un lector que se enfrenta a monólogos de observadores silenciosos o diálogos que ofrecen las posiciones más extremas del pensamiento actual.

La estructura de «Chispas» «separa lo que es humor pretendido de lo que no lo es, para equilibrar el pesimismo», aclara el autor sobre la sucesión de textos breves del libro que ha publicado a sus 84 años, con el Premio Nacional de las Letras (2013) y el Premio Nacional de Literatura (1992) a cuestas.

El humorista gráfico «El Roto» ha acudido junto a la periodista Elvira Huelbes a la presentación para desmigajar sus impresiones sobre un libro «que aunque se lee del tirón, no es nada fácil de leer, porque requiere ciertas dotes adivinatorias para apreciar las sugerencias que destila».

Huelbes, por su parte, que ha puesto voz a varios fragmentos, habla de unas historias «con una lucidez que no tiene remedio, con la mirada de un pesimista que, como dijo un sabio, es solo un optimista bien informado».

Al final del acto, el escritor ha firmado el acta de entrega del manuscrito de la obra que donará a la Biblioteca Nacional de España, casa que ha acogido la presentación y que alberga también los manuscritos de sus obras anteriores.