Durante el año 2019, un total de 2.836 escritores, traductores y periodistas socios de CEDRO se beneficiaron de las ayudas asistenciales que concede nuestra Entidad. En las próximas semanas, se hará pública la convocatoria de estas prestaciones para 2020.

«Estamos muy satisfechos con la cobertura que hemos conseguido en 2019. Se han beneficiado de estas ayudas 1.500 autores más que en 2018», explica Pedro Sánchez, jefe del Departamento de Socios.

Con este programa, CEDRO apoya a los autores en la financiación de servicios y material sociosanitario, como audífonos y material óptico, tratamientos dentales, podología y fisioterapia de rehabilitación que, como señala Sánchez, «normalmente no están cubiertos por la Seguridad Social». También hay una línea de ayudas de subsistencia para casos de urgente necesidad; cuando escritores, traductores o periodistas se encuentran ante dificultades económicas derivadas de una enfermedad o una situación de desempleo.

«Hemos contribuido al pago temporal del alquiler, incluso a hacer frente a situaciones de un potencial desahucio, o al de tratamientos médicos no atendidos por la Sanidad Pública.  En general, recurren a nosotros autores que están atravesando una mala racha y no pueden dirigirse a otra institución», explica el jefe de Socios. Y añade: «El carácter solidario de la gestión de derechos que llevamos a cabo es fundamental para que esta función social se pueda mantener. Nuestro objetivo es que ningún autor se quede atrás».

La ayuda de subsistencia puede solicitarla cualquier autor socio que se encuentre en esa situación de carencia y es la Comisión de Ayudas Asistenciales de CEDRO quien analiza la solicitud. Por otra parte, Sánchez explica que las ayudas para el reembolso de gastos están sujetas a algunas condiciones, y aclara que «en 2019 podían solicitar esta prestación los autores mayores de 50 años y que tuvieran un año de antigüedad como miembros de la Entidad. Nos gustaría llegar a todo el colectivo, sin embargo, no es posible por motivos presupuestarios».

Esta función social se financia con parte de la recaudación de la compensación por copia privada, tal y como establece la ley, y con el 20 por ciento de la recaudación de la remuneración por préstamo público.

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