Domingo, 22 de diciembre de  2024



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Toni Hill: ''La novela negra ha perdido el juego del misterio y yo creo que los lectores quieren un misterio''.
acec28/3/2021



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La pandemia que padecemos ha hecho que no podamos vernos las caras. Así que el teléfono o el Skype son las armas que utilizamos hoy en día para realizar las entrevistas. Se pierde el factor humano, pero con Toni Hill eso no ocurre por la cercanía que despliega durante toda la conversación. “Ahora estamos un poco mejor que hace unos meses. Todavía no sabemos si los políticos lo están haciendo bien o mal. El tiempo lo dirá”, razona el escritor barcelonés.


Su nueva novela tiene un comienzo impactante, como si fuese una película de Indiana Jones o de James Bond. “El comienzo es muy importante. El primer objetivo es sorprender al lector en las primeras páginas, pero una novela debe ser como una montaña rusa y si no colocas un descenso impactante después de una subida, pierdes la atención del lector. Gracias a este juego consigues que te sigan más fácilmente”, nos explica el autor.


Toni Hill busca sobre todo honestidad en la narración. Lo suele plantear de entrada. “Tengo que reconocer que me sale así. Hay una parte calculada, pero otra que no me sale hasta que no me pongo a escribir. La estructura suelo tenerla clara antes de ponerme a narrar. Me gusta ese impacto inicial, un buen disparo de salida para una carrera que es muy larga. Si puedes conseguir eso, ya tienes al lector atrapado al menos por unas 100 páginas”, evalúa certero.


“El oscuro adiós de Teresa Lanza” ha sido redactada buena parte de ella durante la pandemia. “La tenía prácticamente a medias, ya tenía un tercio de la novela cuando se inició el confinamiento. En total, estuve trabajando en ella desde febrero hasta septiembre”, dice Toni Hill.


La novela trata sobre una emigrante sudamericana, Teresa Lanza, que trabaja en varias casas de un barrio de alto standing cercano a Barcelona. Ella muere al comienzo de la novela y lo digo desde el primer capítulo, ya que lo cuenta ella misma en primera persona después de fallecer. “Así, establezco un pacto con el lector desde el primer capítulo. Si ya se cree eso, ya lo tienes ganado. Por eso, me parece más legal plantearlo desde inicio. Así el lector si quiere me sigue el juego y sino lo deja. Es la base de la novela”, razona el escritor catalán.


“Yo parto de la base de que el misterio nuclear de la novela se sepa desde el principio. Después, me dedico a llenar la trama con diferentes personajes. Me paso mucho tiempo pensando qué tipo de personajes quiero. A quién invito a mi fiesta. Nunca he hecho un esquema de la trama, voy dejando que los personajes crezcan. Que vayan siguiendo su camino. En una novela, a veces, tengo 200 hilos abiertos y no sé qué hacer con todos ellos. El saber el final de la novela para mi es muy importante, pero no podría escribir sabiendo todo lo que va a suceder, me aburriría mucho”, desgrana Toni Hill.


Estamos ante una novela coral, con unos personajes que ayudan a reflejar un determinado ambiente. “Me gusta que el lector se forme su propia opinión y necesito varios puntos de vista”, confiesa, algo muy importante en todas sus novelas. “Para mí, una novela está básicamente en los personajes. Si no consigues que estén vivos, la novela es como un páramo. Por eso, me gusta hacerlo y que éstos sean contradictorios. El lector tiene que conectar con esos personajes como si fuesen sus vecinos. Para ello, se necesita un trabajo mental previo. Para saber por qué están esos personajes en la novela”, disecciona el escritor su forma de enfrentarse a sus protagonistas.


“Muchos creadores tienden a describir personajes muy monolíticos. En general, somos mucho más contradictorios los escritores que los personajes, sino seríamos muy aburridos. Tendemos a utilizar muchos clichés incluso en los propios protagonistas”, señala al autor de “Tigres de cristal”.


“El oscuro adiós de Teresa Lanza” es una novela de contrastes, con dos ambientes muy diferenciados. “La localización ficticia de la novela se circunscribe a unos pueblos que pertenecían a Sant Cugat. Municipios del Vallés. Rubí es un pueblo como Hospitalet, con habitantes de clase media-baja. Bloques de pisos. Un nivel adquisitivo pobre que choca de manera sutil con los habitantes de la urbanización de lujo. Dos estilos de vida totalmente distintos que coexisten, solo a través de una persona, Teresa, que pone en contacto ambos mundos al trabajar en esas casas”, expone de manera decidida.


El detonante de la novela es que uno de los hijos de una de esas casas donde trabaja Teresa, Simón, se enamora de ella y hacen planes juntos. “En general, nadie es racista o clasista. Hemos asignado a cada grupo étnico o social un papel. Teresa iba a limpiar las casas y no se admitía otra cosa. Los prejuicios saltan ahí. Todos proyectamos en nuestros hijos nuestros prejuicios. Es el elemento que viene a romper cuando se sale del papel que tenía asignado, entonce la historia estalla”, continúa diciendo.


Una de las parejas protagonista adopta a un niño colombiano. “¿Por qué nos hemos complicado la vida? -piensan-. Aunque no deja de ser un niño deseado y buscado, la adopción ha salido mal, no le entienden. Nadie habla de las adopciones que salen mal. Plantearte eso parece que eres un monstruo, pero es una realidad cada vez más común”, apunta con decisión.


Toni Hill estudió Psicología en la universidad. “Eso me da una cierta ventaja a la hora de crear personajes. Siempre me ha interesado conocer el comportamiento humano. Cómo actuamos en grupo, los prejuicios que tenemos”, afirma. Los personajes de la novela están en un rango de los 40 a los 50 años. “En ese momento, las personas comienzan a plantearse si sumas o restas, se piensa que tienes más años hacia atrás que hacia delante. De ahí, que las mujeres de la novela sean unas señoras preocupadas por la vida, con problemas laborales, sociales, familiares, desde hace mucho tiempo”, recapitula.


Como escritor, le gusta dosificar el suspense, dar información de manera precisa. “Ante todo, un narrador no te puede mentir. Sin embargo, la voz del libro, si puede jugar, puede contar lo historia como estime oportuno. A mi me gusta dar un punto negro al suspense o a la intriga de la novela. Tenemos que abrir el género negro. Hay que hacerlo sino se quedará muy constreñido a ciertos clichés. En la novela, hay una parte oscura, una investigación criminal, pero con una mirada más amplia”, cuenta.


“Soy un escritor que le gusta mucho coger elementos de la novela negra y mezclarlo con elementos sobrenaturales”, afirma. Sus primeras novelas eran más del género negro clásico. La trilogía de Salgado iba por ese camino. “No habría podido hacer tres novelas más de Salgado, la saga quedó cerrada. Se planteaba una trama y se terminaba en la última novela. Hay autores que llevan toda la vida con sus personajes y lo hacen muy bien. Yo soy más infiel. Me gusta ir probando sin estar atado a un determinado protagonista. Me gusta que sea la historia la que defina el tono. Tener una cierta libertad de movimientos. Los géneros pueden morir de pureza, hay que ampliarlos”, subraya con vehemencia.


En su opinión, “la novela negra ha perdido el juego del misterio y yo creo que los lectores quieren un misterio. Hay un cierto ingenio en plantear un juego de pistas. La gente utiliza la literatura para entretenerse, no hay que perder de vista eso”. Por eso, añade que “el mestizaje es el presente y el futuro del mundo literario. Hay un millón y medio de emigrantes latinos en España. Si la literatura sigue hablando de personajes blancos caucásicos estarán dando sólo una parte de la realidad. Hay que hacerlo sin maniqueísmos. De ahí que el leit motiv de la novela, sea que tenemos que empezar a hablar de que Europa ya no es únicamente blanca. Hay muchos latinos, marroquíes o turcos en Europa y hay que empezar a incorporarlos a las tramas de las novelas. En las series de televisión ya lo hacen con acierto”.


Para terminar, manifiesta que “el mundo editorial es un reflejo de la sociedad. Las personas que lo dirigen ya no son las que empujan esa industria, se han quedado n en el pasado. El mundo lector se hace mayor y el editorial también. Yo no tengo los gustos que un joven de 20 años, esa edad ya la pase”, concluye el escritor de Hospitalet.






El próximo lunes 29 de abril a las 19,00 Álvaro Colomer entrevistará a Toni Hill, 
https://www.instagram.com/acec_escriptors/   -   https://www.youtube.com/c/ACECatalunya





   
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