Domingo, 22 de diciembre de  2024



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Juan Tallón novela la historia real de la desaparición de la escultura de 38 toneladas del Museo Reina Sofía
acec20/6/2022



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Es imposible resistirse a utilizar un párrafo que viene como anillo al dedo para explicar en qué consiste Obra maestra (Anagrama), el último trabajo literario de Juan Tallón: “Hay partidos en los que el área es indefendible. En otros es inabordable. En otros es Troya. En otros es Ítaca. En otros es Arcadia. En otros es una casa de putas”.


Ese párrafo —copiado sin tapujos de Manual de fútbol (Edhasa), libro altamente recomendable que habla de asuntos humanos—, ofrece un buen encuadre para reseñar Obra maestra. Solo requiere encajar en el terreno de juego la barbaridad de una escultura de 38 toneladas de acero, pieza de Richard Serra que desde 1990 brilla por su ausencia, y dejar que Juan Tallón haga encaje de bolillos, especialidad literaria que cultiva primorosamente, para averiguar si alguien se ha metido en el bolsillo la escultura de marras, y cómo ha podido realizar la proeza sin que saltaran las alarmas al pasar por el detector de metales.


En Obra maestra, Tallón habilita una especie de Galería Uffizi, que mantiene atrapado al lector en un pandemónium disparatado, para que se pronuncien testigos de cargo de primer orden: periodistas sin rango y con rango, críticos de arte que dan clases magistrales, directores de museo, jubilados, conservadores, funcionarias federales de los Estados Unidos, autoridades académicas de diferente pelaje, ministros y exministros, vigilantes jurados y sin jurar, representantes del poder judicial, mozos de cuerda habilitados para acarrear picassos y cosas por el estilo, artistas, arquitectos, etarras que para estar a la altura de las circunstancias hablan en etarra, el propio Richard Serra, incluidos amigos, enemigos, conocidos y saludados… y a subalternos que solo con decir en voz alta el nombre que les pusieron en la pila bautismal (Eladia Despierto, se llama uno de ellos) propinan calambrazos que sirven para mantener al lector con la luz encendida, conjeturando intrigado si en medio de ese elenco está o no emboscado el culpable de la desaparición de la escultura.


Y, mientras tanto, entre notas de humor que nunca olvidan que el humor es cosa seria, bulle de fondo sin parar el chi lo sa que en los buenos libros imposibilita dejar la lectura hasta que el relato llega a su final.


Obra maestra supone un acierto más en la brillante trayectoria literaria de Juan Tallón, recorrido que arrancó con A pregunta perfecta (Sotelo Blanco), El váter de Onetti (Edhasa) y el Manual de fútbol ya citado, y que encadena títulos de reconocida solvencia: Libros peligrosos (Larousse), valioso ensayo que escapa de los corsés académicos al uso para mutar en novela que traza el “curioso autorretrato” (en palabras de Andrea Aguilar) de un lector que se enfrasca en conectar entre sí obras de lectura provechosa; Salvaje Oeste (Espasa), todo un espectáculo: 624 páginas dedicadas a fijar en la memoria del lector la irrupción, el esplendor y la decadencia de salvadores de la patria que en tiempos bien recientes tanto hicieron por la prosperidad de una España en la que abundaron las manos largas; Fin de poema (Alrevés), donde se escucha como pocas veces el “rumor de pasos y batir de alas” que se registra cuando acaba la vida de los que deciden fijar por sí mismos el incierto cuándo de su muerte; Mientras haya bares (Círculo de Tiza) es un desfile de columnas periodísticas que sirven para revelar entre líneas que entre las obligaciones del periodista está la de saber escribir (antes es primordial haber aprendido a leer, claro) y luego irse de copas a locales donde unos pegan la hebra discutiendo fervorosamente sobre asuntos peregrinos, en tanto que otros, más afortunados, se morrean a conciencia mientras alrededor de todos el mundo se viene abajo; y Rewind (Anagrama), joya descrita como “libro triste que es una alegría para la literatura”, según firmó Juan Cruz en El País.


Y ahora llega Obra maestra, trabajo que propicia disfrutar, reír (a carcajada limpia con algunos pasajes, la mayoría) y meditar sobre cómo es posible que haya ocurrido un desatino tan descomunal, un desatino de 38 toneladas de peso, que obliga a que el arte de birlibirloque reluzca con todo su esplendor. El lunes 20 de junio, en los Diálogos on line de la ACEC patrocinados por CEDRO, Juan Tallón mantendrá una charla con el periodista Álvaro Colomer donde dará más detalles sobre esta loca historia.






Foto:  Laura Ortega - La Vanguardia



   
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