Susana Frouchtmann, periodista, escritora, traductora y contertulia en diversos medios audiovisuales, nació en Barcelona. Ha colaborado en El Periódico de Catalunya, La Vanguardia, El Observador, Radio Nacional, Cataluña Radio, TV3… Asimismo, entre otros cargos, fue directora de Salones de Moda de Feria de Barcelona, adjunta a dirección en Círculo de Lectores así como responsable de la colección Círculo del Arte; directora de Relaciones Externas y Prensa en el Museo Nacional de Arte de Cataluña, desarrollando también una gran actividad como comisaria de exposiciones así como consultora de Comunicación Cultural a nivel nacional e internacional.

Desde 2009 su actividad está plenamente centrada en la escritura siendo autora de tres libros de divulgación, entre los que destaca MI cáncer y yo (Plataforma 2009). Tras estos publicó -también en Plataforma- los títulos Ser Enfermera (2011) y Ser Farmacéutico (2013). Éste último fue reconocido en los Premios Mejores Iniciativas de Correo Farmacéutico como uno de los mejores proyectos del año 2013, en el apartado de Proyectos Solidarios y Mecenazgo. 

En 2014 se adentró en la novela con Estación de Milán (Plataforma). Asimismo, es coautora de La pasión de ser mujer (Circe 2015), un libro en el que, en forma de crónica periodística, recoge doce biografías de mujeres de gran personalidad que supusieron un hito en la Historia.

En febrero 2018 publicó El Hombre de las checas: La historia de Alfonso Laurencic, el artista de la tortura (Espasa).

En abril 2022 volvió a la novela con A través del bosque de magnolios (Sd. Edicions) en la que de la mano de sus protagonistas, la narración, con acontecimientos históricos, personajes y lugares reales, plasma los convulsos años que van desde los prolegómenos de la Segunda Guerra Mundial –con el París de los años locos como trasfondo–, la contienda en sí misma y sus consecuencias, el Holocausto, la Guerra Civil española, el fin de la Guerra Fría, hasta la Guerra de los Balcanes… Hechos que no sólo son el marco de esta historia, sino que condicionan el devenir de todos sus protagonistas evidenciando que el ser humano tiene limitada su libertad desde la cuna, no sólo por sus orígenes y educación, sino también porque nadie puede vivir ajeno a acontecimientos que golpean a todo su entorno.