Ignacio Cartagena i Carlos Bueno, a 'Veus Noves'
24/4/2012
Eduardo Moga, Ignacio Cartagena i Carlos Bueno (Foto:Carme Esteve)
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Eduardo Moga, poeta, assagista i traductor, va presentar els poetes Ignacio Cartagena i Carlos Bueno, en la sessió d'abril de 'Veus Noves', coordinada per Albert Tugues.
Després d'una breu presentació d'Eduardo Moga, el poeta Carlos Bueno va llegir les tres seccions primeres d'un extens poema inèdit, Panorama (del qual en publiquem la segona part). La seva lectura va ser sincopada, llegint rítmicament una acumulació de veus i imatges poètiques. Com va indicar Moga, la poesia de Carlos Bueno és "sensual i conceptual alhora, una fusió de sensualitat i realitat abstracta, com si la sensualitat es ramifiqués en el que és conceptual". Però una realitat abstracta, acumulativa, que es va trencant i construint en l'acte de la lectura, "una lectura en alès", com va dir el mateix poeta citant Charles Olson. "Són com poemes fluvials", va indicar Moga, un dir poètic acumulatiu que, en ser sotmès a "l'experiència de la lectura", es torna a reconstruir. Fins i tot "es podria dir que s'aproxima al ritme de la música rap", com va suggerir Albert Tugues. Més tard, al debat, es va descobrir que l'altre poeta, Ignacio Cartagena, anava marcant el ritme amb el peu, espontàniament, mentre Bueno llegia el seu poema.
A continuació, va ser el poeta Ignacio Cartagena qui va oferir un altre tipus de poesia i de lectura, una poesia figurativa, realista, d'elements mínims, a vegades insignificants, però que el poeta converteix en artefactes potents. Pot utilitzar vocabularis específics de la botànica o l'arquitectura, buscar formes de la poesia clàssica, "un llenguatge poètic destinat a captar l'efecte del temps en les relacions afectives, però, en el seu classicisme aparent, és un poeta immensament contemporani", va indicar Moga. Com si els seus poemes, que tenen un inici clàssic, es desmuntessin a mesura que es desenvolupen, fins a arribar de vegades a una fina ironia sobre el mateix material poetitzat. Cartagena, que va dir que se sentia atret per l'enigma de les cases i les habitacions deshabitades, per aquell "olor acre" que desprenen com si fossin "cel·les de clausura", va llegir una sèrie de poemes sobre aquest tema, del llibre Románico tardío (que s'inclou en la selecció de baix).
L'acte es va cloure amb un debat amb el públic i amb unes paraules d'Eduardo Moga.
En la propera sessió de “Veus noves”, el 22 de maig, Concha García presentarà Mª Ángeles Cabré com a poeta, que ha publicat recentment el seu primer poemari.
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SELECCIÓ DE POEMES
Ignacio Cartagena (Alacant, 1977) ha publicat els poemaris Memoria de un Desnudo (Medialuna, Navarra, 2002), Los Nombres de Tanit (ed. del autor, Madrid, 2004,), Tu cuerpo y otras dudas (Sial, Madrid, 2008), i ha escrit els poemaris inèdits Románico tardío (del qual n'oferim una selecció) i Urnas, Ánforas, Vasijas: variaciones eróticas de un día en la playa. El 2005 va organitzar el primer “Encuentro Hispano Palestino de Poesía Joven”, que es va celebra a Sevilla, Còrdova, la franja de Gaza i Jerusalem. El 2007 va publicar a la revista de poesia en línia Oniria Escrita en silencio: poesía albanesa contemporánea (assaig).
EL CUARTO DE BAÑO
1.
Las arenillas del agua sin filtro
las torceduras propias de su exceso de cal
las apreciamos sólo con el paso de los días
cuando es inevitable
que empiecen a gustarnos.
2.
Allí, a profundidades insondables
en medio de perezas abisales
de ruidos de bostezo y de cisterna
rodeados de peces casi ciegos
de la forma y el color del estropajo,
a cientos de Kilómetros al fondo
del último silencio cometido
allí se reproducen
a sus anchas
los días que se van por el desagüe.
3.
El rito de la higiene cotidiana:
tu cuerpo despegándose del filtro de su aroma.
no sea que algo quede-
¿Qué algo quede?
- siempre hay algo…
4.
Seguro que en el centro tiene un cráter.
Culpable de medir mal su hemorragia,
rebosa sin pudor de entre sus bordes,
mostrando una sonrisa,
en una boca,
en una lengua.
5.
Anda sal, y ponte el albornoz,
que por esos pies tan blancos se me puede resfriar
toda la casa.
(de “Celdas de clausura”, Románico tardío)
…......................... LA LANGOSTA
Cada mañana está allí,
y, sin que yo se lo pida,
me ofrece su magnífica rocalla sonrosada
mientras se observa las pinzas y tritura
las larvas en el agua mansa y tibia.
Su reino es un azul muy respirado,
un rombo de turquesa entre dos lupas,
un fondo de piritas y algas tiernas,
un ánfora de plástico y un templo de juguete.
Con esos ojos negros, penetrantes
envuelta en una tibia pedrería
de burbujas
me mira y me parece que dijera
-¿quién osa molestarme en mis estancias
de invierno?- Le devuelvo la mirada
con mezcla de terror y de ternura
pensando que un eunuco como yo no debería
atreverse…pero sí, al final me atrevo
y anuncio a su edecán, imperturbable:
vuelta y vuelta, con limón, sal y a la plancha.
(de “Animales sagrados”, Románico tardío)
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Carlos Bueno Vera (Madrid, 1984) és poeta, traductor, membre fundador i coeditor de la revista Despalabro, dedicada als estudis d'Humanitats, Filosofia i Art, i crític musical per a la web Musikorner. Va resultar guanyador del III Certamen de Poesia Jove Florencio Quintero (2010) amb Jardines. Ejercicio de una visión. Compta amb quatre poemaris inèdits: Jardines. Ejercicio de una visión; Monocromo; Lo lavado y lo barrido y Fondo. També té en preparació un poema llarg que porta el títol provisional de Panorama.
PANORAMA
(Fragmento)
2. (Inventario)
Todo se resuelve para todos, incluso si llueve
en verano, que es cosa que molesta. Si la hermosura es
algo por lo que sorprenderse, eso se debe a su rareza, no
a su hermosura. Hagamos soñar a los espectadores. Hagámosles
llorar. Por fin responde la naturaleza.
La simetría puede ser de mucha utilidad. Cualquier
ejercicio de partición también suele serlo. Bajo el
murmullo de las mujeres después del café,
se extiende una llanura. Fractura primera. Los momentos
de la desaparición son los momentos de la visión.
Un hayedo se extiende. Hay palabras que están más
cerca de nosotros, como las tormentas de primavera.
Hay palabras que están más cerca.
Soplamos y sorbemos del cuerno de la noche, el ruido era como
un cuervo y el aliento como una náyade, como una sirena
que se zambulle en la oscuridad. Somos aéreos porque la
tormenta no acaba. Luego está el arrojo. El repertorio. Cada
cual encuentra su método. Y en ese caso se repite. El
inventario realizado con el detalle y cuidado que le son debidos.
Lo exótico y lo sensual, ya tan lejano, siempre. El mar
tiene su disciplina, el cariño, y se recoge en el baile. No hay
ejercicio. Se exagera.
Es un retrato y el retratado lo sabe. La rutilante fulguración.
No es distinto a un dibujo. El hechizo o el brillo de la chispa.
La tea que palpita en desnudez, escorzo en el cuadro, las pavesas.
El fuego en el tejado. Mira a la cámara y sale mirando.
Antes de que esto ocurriera hacía otras cosas; después
hizo algo también; ahora no hace nada. El gentío enfurecido,
invadiendo el terreno con antorchas, enciende el fuego
en la casa. Tiene a su familia a su alrededor. Sonríen.
La casa está en el fondo de la fotografía. El perro
no ha salido. Puede que las cosas cobren cierto sentido
en el momento. La levanté de su asiento para que bailáramos.
El pasado es un mundo imaginario. Que un barco surque
los mares es el milagro de la inestabilidad: que un avión
atraviese el cielo es un delirio moderno. Hasta el día
de hoy. Mi vida es distinta. Necesito
café. Se está bien, se está bien al fresco.
¿Qué necesidad hay de explorar el terreno? ¿Qué necesidad
hay de avanzar, de verlo con nuestros propios ojos? ¿Por qué
respondemos siempre a esa necesidad? Hay dos cosas que se pueden
hacer: sacar aceite de la ballena o sacar miel de la colmena.
Una cosa causa rechazo a la nariz, la otra puede costar la vida,
por las picaduras, pienso. Pensad en toda la actividad de
los túneles. Se disponen. Se juega con ello hasta que uno
quede satisfecho. Toda esa actividad bajo la tierra
también está presente. Se presenta. Mil ojos anulados.
Se aburren y se entretienen en la visión. Agarra, bajo
el brazo, la pieza de carne o el pescado. Hay comida.
Agarra del brazo el cuerpo del cadáver.
Es la victoria del procedimiento.
El tráfico se desliza toda la noche, como la marea, que se extraña,
como un dolor en un cuerpo. Nuestra pertenencia a este mundo
es una anécdota salvaje, pueril: y de grave y trémula risotada. Hay
que hacer que todo vaya al mismo tiempo. Los juegos de espejos.
En el prólogo. En los prolegómenos.
El entendimiento, el alimento.
El respeto en el vestido. Medir siempre es cuestión de
importancia: de las medidas saldrán las construcciones. Lo que
no se mide es inútil, eso lo sabe el sastre. Todo lo enorme,
lo gigantesco, fracasa en los dedales, es el desastre en la piscina
o el lago. O la charca inmunda. Ni es tan completo ni tan
variado. Se le exige como a cualquier
persona que ejerza su oficio.
El mineral acumula. El mineral sueña: y quema.
Pero no hay nada que pueda arder.
Este es el libro de los pecados, donde está la ley. Donde aguarda
la ley. El catálogo de sellos, las cajas llenas. La espera
otorga recompensas. Y matar ganado está penado
con la horca. Se escondieron sin otra compañía que su propia voz,
que se repetía para asegurarse de su pertenencia a este mundo.
Tesoros escondidos y asombrosas maldiciones. Los sueños amorfos.
Las postales de Europa. El souvenir. Desplegamos los mapas
sobre el capó. Somos profundos. Viajamos. Qué corriente.
Qué ansia. Vastedad. Facturas.
No es tan complicado como se deja caer. Todos inscritos bajo el mismo
lema. Sólo presenta algún problema para aquél que no
tiene práctica alguna. Si no da indicación, da la cantidad, como
asegura Stein. Lo que no da resultado indica la ganga. Ponerse a
diseminar pruebas será, con seguridad, una cobardía antes
que una equivocación. Al final del día, tendrá un cuenco con
sopa. Tal vez, incluso, una cuchara.
Un aviso. En forma de alarma. De chillido, de color
rojo. Fractura primera. Ahí sobre las avispas caídas. Así.
Calla; y en silencio. Rasgando. Sobre la mesa de disección. Sobre
el sobre, la dirección. En círculos. Un tubo.
Pepitas de oro. Depósitos de agua: torres de agua. Set de
trabajo, garabatos preparatorios. Los desastres de la caída,
su estruendo. Antigüedades en una tienda de antigüedades,
en un anticuario, etiquetando, restableciendo el precio, ya
caducado. Cuadernos: de notas, de viajes, de víveres. Notitas:
recordatorios de acciones por ejecutar, de ser ejecutadas. Talleres
de carpintería, textil, orfebrería. Qué más. Álbumes de recuerdos,
de fotos, de recortes de periódicos. Muñecas y muñecos. De plástico,
de madera, de trapo. En el suelo, en el baúl, bajo la cama, en los
cajones. Esperando. Hallazgos arqueológicos, materiales para el
museo, resina, piedras, puntas de lanza, vasijas. Ventanas que dan
al exterior, al patio interior, ciegas. Tablones de anuncios, de
contactos. Cajas de botones, de hilos, de agujas. Cajas. Por
dentro y por fuera. Las formas geométricas, el lápiz que corre
sobre el papel, la mina que se gasta, el grosor de la punta. El
cansancio. Macho, hembra. Sí, neutro. Blanco. Equivalencia,
balanza, peso. Superficie. Virutas sobre la superficie. Corriente
de aire sobre la superficie. El halo, el espacio, el humo. El
desgaste. La piel, la quemadura, la alergia. El aluminio, el
papel. El estómago, la visita. La entrada, el lugar, el boleto.
El juego. De manos, de toallas. El esquema y el desnudo.
El gasto. Qué miras. La
ceguera, la sordera.
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