“Han pasado 15 años de la muerte de Bolaño, pero sigue entre nosotros”. Son palabras de Valerie Miles, escritora, editora de la prestigiosa revista Granta y una de las máximas expertas mundiales en la obra del escritor chileno afincado en Cataluña.
Esta semana, durante dos días, el 3 y 4 de octubre, el espíritu de Bolaño volverá a las calles de Barcelona donde tanto sufrió y tanto gozó de la vida. Bolaño fue un escritor de vida itinerante, nacido en Chile, que pasó unos años de juventud en México, regresó a Chile y tras escapar por los pelos de la policía en pleno auge de la dictadura de Pinochet, volvió a México y a mediados de los años 70, se fue tras los pasos de su madre, que se había venido a Barcelona.
El presidente de la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC), y comisario de las jornadas, David Castillo, señala que “el primer día estará dedicado a la parte humana, al poeta. Y el segundo día dedicado al poema, a la obra. Es una manera de mantener a los escritores vivos”.
En la jornada de ayer miércoles 3 de octubre intervinieron tres personas muy cercanas a Bolaño: A.G. Porta, Bruno Montané y Orlando Guillén. Montané, poeta que fundó en México junto a Bolaño y Mario Santiago el movimiento literario de los infrarrealistas, dará una conferencia titulada De parte de Felipe Müller, pues ese es el apodo con el que aparece el personaje inspirado en él en la novela más famosa de Bolaño, Los detectives salvajes.
Orlando Guillén, que lo conoció al principio del principio hablará del primer Bolaño. A.G. Porta escribió dos libros a cuatro manos con el escritor chileno y compartieron durante años una conversación permanente sobre literatura y también sobre arte. En la presentación de las jornadas, lo corrobora Valerie Miles: “su conversación con el arte era constante. Garabateaba mucho en sus cuadernos y eso nos muestra que era una persona que tenía un pensamiento espacial. Había cuadros que le servían como herramientas para la escritura”. Porta explica que en el primer libro que se plantearon escribir a cuatro manos, Bolaño le propuso “que actuaran en la página como Jakson Pollok en sus cuadros, mediante el dripping, igual que el pintor dejaba chorrear la pintura sobre la tela, ellos debían dejar caer las frases sobre las páginas”. Porta hablará, precisamente, de cómo escribir a cuatro manos, según las ideas que él y Bolaño pusieron en práctica, pero indica que “eso permitirá sobre todo hacer un retrato de una época”.
Hoy día 4, jueves, se centrará en la obra, intervendrá el profesor y crítico literario, Fernando Valls, para hablar de la obra breve de Bolaño. Valerie Miles explicará de manera específica de la relación de Bolaño con las artes. Miles, que tiene acceso al archivo del autor que gestiona su viuda junto a la editorial Alfaguara, sale al paso de algunas voces recelosas por los muchos inéditos que han ido apareciendo tras su muerte: “es normal. Estuvo casi 20 años escribiendo sin publicar, aparte de algunos cuentos que se presentaron a concursos. Es igual que la idea equivocada de que Bolaño escribía de manera automática. Sus notas y borradores muestran cómo pasaba las cosas escritas a mano a limpio a máquina y después corregía minuciosamente. Era muy meticuloso en su escritura.” Porta nos recuerda una frase de Bolaño que define su espíritu de escritor febril: “la literatura no ha de ser solo corrección gramatical sino también visionaria”.
Esta semana, el espíritu de rebelde con causas de Bolaño regresa a Barcelona.
Antonio Iturbe
Librújula