Desde hace unos años, Ferran Aisa y Mei Vidal han dedicado no pocos esfuerzos en profundizar en la vida y obra de Joan Salvat-Papasseit. Buena prueba de ello fue una biografía publicado en 2010 y que aportaba nueva información sobre el poeta y su circunstancia. En ese volumen ya se indicaba que había numerosa documentación que permanecía inédita o perdida en archivos y hemerotecas y que todavía no ha sido integrada en la edición de la obra completa. Precisamente esos materiales son los que podemos leer, por fin, en un volumen interesantísimo y que nos ilumina sobre una de las mejores cosas que le ha pasado a la literatura catalana de todos los tiempos. En «L’incendiari de mots», editado por Aisa y Vidal en Lo Diable Gros, tenemos una importante colección de cartas inéditas, además de artículos y poemas dispersos. Es una estupenda manera de acercarse a Salvat-Papasseit por parte de aquellos lectores que nunca lo hayan leído. Para los lectores fieles del autor de «L’irradiador del Port i les gavines» es una oportunidad de acceder a textos desconocidos o sin editar hasta la fecha.
A este respecto destaca especialmente la larga correspondencia que Salvat-Papasseit mantuvo con Joan Puig Pujol, director del periódico republicano «Sabadell Federal», además de periodista y escritor. Son un total de 43 misivas firmadas con el seudónimo de Gorkiano y que nos iluminan sobre la colaboración del autor con esta publicación de Sabadell. También tenemos el pensamiento de Salvat-Papasseit, sin ocultar sus impresiones políticas. Por ejemplo, el 20 de junio de 1916 le expone a Puig Pujol que «dec dir-vos que aspiro a la formació d'un partit socialista a Catalunya actuant de la manera més catalana possible, i més anticatalanista, perquè aquí la burgesia té una característica ben diferent de la resta d'Espanya. Un partit socialista català anticatalanista, perquè és precís fer propaganda en català per tal que el poble ens entengui, lo que no li és tan fàcil en llengua castellana, sobretot en les propagandes orals. Així es veurà en els meus articles successius. Us anticipo això, perquè algú ha dit que el meu Socialisme semblava un Socialisme a lo madrileny».
Otra correspondencia inédita ha sido localizada por Aisa y Vidal entre los fondos de Guillermo de Torre en la Biblioteca Nacional de Madrid. Estamos hablando de una de las figuras fundamentales del ultraísmo, además de inteligente editor y cuñado de Jorger Luis Borges. Él fue uno de los primeros en darse cuenta de la calidad literaria de Salvat-Papasseit más allá de Cataluña y quiso darle eco en sus proyectos editoriales. Cuando publica su «Manifiesto vertical» se lo hace llegar a su amigo catalán que le responde con estas palabras el 19 de enero de 1921: «Mi querido Torre», su magnífico y fuerte “Manifiesto” no ha tenido buen eco en Catalunya. Esta es mala verdad, pero verdad al fin. Como es mala verdad que estamos separados de Madrid como un millón de leguas. (...) ahora Ud. machaca en hierro frío. Manifiesto Ultraista donde yo con mi esfuerzo no llegué a conseguir un solo compañero en la batalla? Junoy se retractó en una conferencia en el Ateneo. Foix dejó de actuar, y pasó a convertirse en un espectador que todo lo encuentra mal, pero que no se atreve a subir a escena».
Además de la palabra del poeta, en «L'incendiari de mots» también tenemos la de otros autores que han escrito sobre Joan Salvat-Papasseit. Son reseñas de algunos de sus libros, así como algún texto de homenaje. Es, por ejemplo, Guillermo de Torre uno de los que más esfuerzos hace por promover el conocimiento del autor de «La gesta dels estels» en un momento que no parecía muy propicio para eso como es 1942, en pleno franquismo. «Salvat-Papasseit es uno de los más interesantes líricos jóvenes de Cataluña que, totalmente manumitidos de tradicionalismos insolventes y exentos de mimetismos retrospectivos, aspiran a cooperar al movimiento de renovación estética europea, constituyendo una vanguardia juvenil conexión con todos los movimientos extranjeros de orientación análoga», apunta Guillermo de Torre en el número 42 de «Cosmópolis».
Igualmente vale la pena leer en este libro la entrevista que el escritor concedió a los alumnos de la Escola Domènech de Gràcia. Todo ello ayuda a completar el gran mosaico que es Joan Salvat-Papasseit gracias al trabajo de Ferran Aisa y Mei Vidal.
Víctor Fernández
La Razón