La Asociación Colegial de Escritores de Cataluña (ACEC) rindió homenaje, ayer por la tarde, a la periodista y traductora Montse Watkins, que fue corresponsal en Tokio de la Agencia Efe y del diario Avui, además de colaborar con El Mundo.
Durante el acto se ha presentado el audiovisual producido por la ACEC "Montse Watkins, in memóriam" y un fragmento del documental "Montse Watkins: Cuentos de Kamakura”, dirigido por Chelo Álvarez-Stehle.
Watkins, Barcelona1955- Kamakura (Japón) 2000, dedicó gran parte de su vida a la traducción directa de literatura japonesa al castellano y a denunciar a través de su trabajo periodístico temas como la segregación de los ‘buraku’ (castas intocables), la marginación de los ‘nikkei’ o la esclavitud sexual de miles de mujeres.
Además, la periodista y traductora creó en 1994 la editorial Luna Book, un proyecto que le permitió publicar la mayoría de sus traducciones, hasta entonces rechazadas por las editoriales españolas a las que se las había mostrado.
Marga Iriarte, escritora y miembro de la Junta Directiva de la ACEC, ha explicado que desde la entidad se eligió homenajear a Watkins porque “dedicó gran parte de su vida a la traducción de escritores que estaban al margen del circuito oficial de la literatura japonesa y a escribir sobre las minorías marginadas de Japón”.
Iriarte ha destacado que Watkins “fue una mujer luchadora, combativa, que no tenía miedo de denunciar lo que no creía correcto y, a la vez, fue una gran creadora y traductora que sacó a la luz muchísimas obras que permanecían ocultas en Japón”. Asimismo, remarcó la necesidad de “dar a conocer las historias de mujeres como Montse Watkins, que son referentes por sus trayectorias pero que, sin embargo, son muy desconocidas”.
La filóloga, investigadora y traductora Elena Gallego, compañera de profesión de Montse Watkins, la ha descrito como una persona “entusiasta, con mucha conciencia social y una gran solidaridad que daba todo lo que podía a los demás sin esperar recibir nada”.
Gallego ha destacado la iniciativa que mostró Watkins cuando decidió abrir su propia editorial en Tokio al ver que las españolas no estaban interesadas en publicar sus traducciones y ha calificado su actitud de “admirable, demostrando que creía que nada es imposible”.
La productora, realizadora y periodista Chelo Álvarez-Stehle, que también trabajó con Watkins en muchas ocasiones, ha remarcado que la traductora “era una persona que se salía de sí para ayudar a todo el mundo" y que no era fácil saber "dónde estaba la línea entre su afición por la literatura y su amor a la lengua y la cultura japonesa”.
Álvarez-Stehle ha subrayado la importancia de “dos ensayos periodísticos sobre la situación de los ‘nikkei’ en Japón que hoy son de referencia, ya que tratan a fondo la situación crítica de estos descendientes de los japoneses que emigraron a Sudamérica y que ahora vuelven a su país de origen en busca de una vida mejor ,pero desconocen la lengua y la cultura”.
Marga Iriarte puso el acento en la necesidad de “dar a conocer las historias de mujeres como Montse Watkins, que son referentes por sus trayectorias pero que, sin embargo, son muy desconocidas”.
EFE
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