Javier Pérez Escohotado: «Delibes lleva ‘El hereje’ al siglo XVI para no hablar directamente de la guerra civil»
Este año supone para Miguel Delibes un aniversario redondo. ¿Tiene el reconocimiento que merece en el Olimpo literario español?
Delibes ha tenido y tiene el reconocimiento de sus incontables lectores y, además, ha sido premiado y estudiado como el gran escritor que es. Este año 2020 compite con Galdós, pero el hecho es
que ambos comparten un sitial
muy alto, olímpico, en el firmamento de la crítica y los lectores.
Por rara coincidencia pareciera
que el azar los haya unido este año,
y da la impresión de que Delibes
hubiera nacido a tiempo de tomar
el relevo del gran novelista español Galdós.
Usted va a disertar sobre ‘El hereje’, libro que ha prologado para
Austral. ¿Es la novela más difícil
y comprometida de Delibes?
El propio Delibes dijo que era su
«novela más densa y compleja».
Lo de difícil y comprometida es
otro asunto, que nos obliga a tratar cuestiones formales y narrativas, por ejemplo, e ideológicas o
históricas. Cuando escribe ‘El hereje’, Delibes es ya un autor consagrado, pero esta novela es una
vuelta de tuerca final a toda su
obra anterior. Yo creo, además,
que es una novela en clave que
debe resolverse entendiendo el
contexto. En general, la novelística de Delibes utiliza como trasfondo la guerra civil y la posguerra, que es su caldo de cultivo. Pero
con ‘El hereje’ da un salto cualitativo, incluso formal, y lleva a cabo
una obra documentadísima en lo
histórico y arriesgada en todos los
sentidos. Pero se desplaza a otra
guerra anterior, en el siglo XVI,
una guerra no solo real, sino mental, donde lo que está en conflicto son las ideas y la práctica de la
libertad de opinión y la libertad
de conciencia.
¿Debe ser rigurosa la novela histórica?
El rigor es propio de la historia,
una disciplina de las ciencias sociales; una novela puede estar más
o menos documentada, pero la
creatividad del escritor tiene que
quedar a salvo. Delibes luchaba
desde el principio contra la inercia de que ‘El hereje’ quedara etiquetada como «novela histórica».
Lo cierto es que partiendo de una
buena y rigurosa documentación
histórica, Delibes se remonta sobre los estrictos datos de la historia para profundizar en los dramas personales y colectivos, y
crear una galería de personajes
muy verosímiles, algunos de los
cuales llevan el mismo nombre
que en la historia, por ejemplo, la
familia Cazalla.
Guerra de religión, guerra civil
y España como telón de fondo.
El novelista francés Bernanos
dijo que «toda guerra civil se convierte en guerra de religión», a lo
que Marañón añadió: «La Historia de España ha sido una continua guerra civil». ‘El hereje’ tiene
el mérito y la utilidad de recuperar al disidente, al protestante, al
enemigo, al otro, que es una de las
tesis que se deslizan en la obra.
¿Cuánto de actual tiene ‘El hereje’ del siglo XVI en el siglo XXI?
Mucho más de lo que parece. Por
ejemplo, el continuo histórico de
alumbrados, erasmistas y luteranos del siglo XVI, perseguidos hasta el silencio, el exilio y la hoguera por la Inquisición, tiene, evitando el feo vicio del anacronismo, un
equivalente posible con socialistas, comunistas, anarquistas y otros
disidentes de vario pelaje, perseguidos en la posguerra por tierra,
mar y aire. Delibes se va al siglo
XVI para no hablar directamente
de la guerra civil y de la posguerra. ‘El hereje’ es un riguroso ejercicio de memoria histórica, un examen de conciencia individual y colectivo en clave histórica.
También prologó usted ‘Los santos inocentes’. ¿Se anticipó Delibes al rabioso debate de la España vacía o vaciada?
Por su particular defensa de la
caza, Delibes genera alguna polémica, pero él defendió el respeto
y la conservación de la naturaleza, y anticipándose, denunció la
pobreza, la desertificación, el abandono del campo y el exterminio
de algunas especies. Su discurso
de ingreso en la Academia, ‘El sentido del progreso desde mi obra’,
merecería ser estudiado en las escuelas para constatar que ciertas
reivindicaciones no se le han ocurrido a Greta Thunberg. El problema que subyace bajo todo ecologismo es el tipo de progreso y la
falsa idea de progreso. Mi prólogo a ‘Los santos inocentes’ rescata todas estas ideas.
La adaptación al cine de ‘Los
santos inocentes’ deparó una de
las mejores películas en la historia del cine español. ¿Podría ocurrir algo similar con ‘El hereje’?
‘El hereje’ bien vale una buena
película o una buena serie. Netflix
tiene la pasta y la audiencia: debería proponérselo a alguien. Hasta donde yo sé, José Luis Cuerda
tenía escrito el guion en 2002 y
habló de una miniserie, que encajaría mucho mejor. Incluso parecía que ya estaba a punto de comenzar el rodaje, pero finalmente el proyecto se vino abajo, me
imagino, por falta de financiación.
Este año, durante la Seminci, creo
que se va a leer el guion en un acto
público que organiza su Fundación. Las novelas de Delibes son
muy cinematográficas (se han llevado al cine nueve de ellas) y ‘El
hereje’ no lo es menos. Toda esa
permanente moda de las series
históricas y otras del tipo ‘El misterio del tiempo’ favorecen el rescate del proyecto. ‘El hereje’, no
obstante, es un drama como la
copa de un pino, un drama histórico que ayuda a profundizar en
nuestros demonios colectivos.
Delibes es conocido principalmente por sus novelas, pero también escribió teatro, libros de
caza, ejerció el periodismo...
Sí, sí. Su obra es realmente muy
amplia y ha tocado muchos géneros no solo la novela o el cuento.
Delibes es un escritor de un amplio registro de géneros. También,
como se sabe, algunas de sus novelas se han llevado al teatro como
‘Cinco horas con Mario’, que lleva
cuarenta años con Lola Herrera
sobre los escenarios. Las obras que
son o adoptan forma de diario son
muy interesantes; ahí está el ‘Diario de un jubilado’ (1995). Desde
luego, las crónicas de sus viajes
merecen más de una mención, ‘La
primavera de Praga’ (1968), por
ejemplo. Tiene ensayos, como ‘Castilla habla’ (1986), nada desdeñables y, por supuesto, todos aquellos otros sobre temas de caza, son
extraordinarios (‘El libro de la caza
menor’ o ‘La tierra herida’, escrito con su hijo Miguel). Alberto Rodríguez Elcorobarrutia es el que
mejor ha estudiado esta aportación de Delibes desde la ecocrítica, una corriente académica que
compagina la crítica de las disciplinas humanísticas y las preocupaciones por los problemas medioambientales.
Marcelino Izquierdo Vozmediano
La Rioja