Blackie Books publica la versión de la Odisea que escribió Samuel Butler, a la que añade una adaptación de Margaret Atwood e ilustraciones de Calpurnio
No son pocas las teorías que apuntan la posibilidad de que Homero fuera una mujer. Especialmente llamativa es la de Eustacio de Tesalónica (siglo XII), quien afirmó que el bardo encontró, entre los archivos del Templo de Hefesto (Menfis), los poemas sobre la guerra de Troya y el viaje de Ulises que luego él mismo adaptó a los criterios narrativos de su época. Según el arzobispo constantinopolitano, la auténtica autora de la Iliada y de la Odisea fue la poeta egipcia Phantasia, de quien poca gente recuerda siquiera su existencia. Si esto fue así, nos encontraríamos ante otra ocultación de la obra artística de una mujer.
¿Demasiado femenina para ser de un hombre?
Pero Eustacio de Tesalónica no fue el único que apuntó esta teoría. En 1900, Samuel Butler, autor de la sátira utópica Erewhon, publicó la traducción en prosa moderna de los dos poemas homéricos y, tras varios años trabajando en el segundo de esos textos, llegó a la conclusión de que la Odisea contenía demasiados elementos de feminidad como para haber sido compuesta por un hombre. Por ejemplo: Ulises no es más que un marido ausente y la auténtica acción del texto recae sobre Penélope, que tiene que bregar con los pretendientes al trono, y Telémaco, que se convierte en hombre mientras busca a su padre.
Eso por no hablar del papel relevante que ciertas mujeres tienen en la obra, como Calipso, que ofrece la inmortalidad al héroe de Troya a cambio de que se quede a vivir con ella; como Circe, que sucumbe ante los encantos y la elocuencia del rey de Ítaca; o como Nausícaa, que ve en el guerrero griego al esposo ideal. Butler concluyó que la Odisea no contenía la rudeza de la Iliada y esto le hizo sospechar que su autor tenía que haber sido una mujer.
Por cierto, y como curiosidad, convendría destacar que el primer transexual de la Historia aparece en dicha epopeya. Nos referimos a Tiresias, el adivino tebano a quien Ulises encuentra en el Hades. Según la leyenda, aquel hombre fue transformado en mujer como castigo por haber separado a dos serpientes que copulaban. Algún tiempo después, Zeus y Hera lo convocaron para que les dijera quien disfrutaba más del sexo, los hombres y las mujeres, y él, que conocía ambas sexualidades, aseguró que ellas gozan diez veces más que ellos.
Clásicos liberados
La editorial Blackie Books acaba de publicar, en su colección ‘Clásicos liberados’, la Odisea de Samuel Butler traducida al castellano por Miguel Temprano García. Se trata de una oportunidad extraordinaria para todas aquellas personas que hayan intentado leer el clásico y que no hayan conseguido dejarse llevar por sus versos. El escritor inglés convierte el poema en una novela al más puro estilo contemporáneo, sin por ello cambiar la esencia de la historia.
Además, la edición ha sido ilustrada por el historietista Calpurnio, pseudónimo de Eduardo Pelegrín Martínez de Pisón, a quien muchos conocerán por sus cómics del muñeco minimalista Cuttlas, y viene acompañada de las adaptaciones que Dorothy Parker, Margaret Atwood, Nick Cave, Augusto Monterroso y Javier Krahe escribieron o cantaron sobre los viajes de Ulises.
Especialmente relevante es la de Atwood, autora de la exitosa El cuento de la criada. En esta ocasión, la poetisa y narradora canadiense escribe La versión de Penélope, una nouvelle de apenas cincuenta páginas en las que se narra la historia desde el punto de vista de la esposa de Ulises, que no sólo tiene que aguantar a los pretendientes que quieren casarse con ella, sino que además ha de pasarse el día tejiendo y destejiendo un sudario mientras su marido retoza en brazos de Calipso.
‘Una odisea’
A este respecto, es interesante destacar que el año pasado se publicó Una odisea (Seix Barral), una novela de cultura en la que Daniel Mendelsohm, especialista en Homero, contaba la ocasión en que su padre se apuntó a un seminario que él mismo imparte en la universidad sobre el viaje de Ulises. Su progenitor es un militar veterano que, durante todo el curso, pone en tela de juicio el modo de actuar de un griego en quien no detecta ninguna heroicidad.
La novela es una delicia porque contrarresta la visión que Occidente tiene sobre Ulises con la de un verdadero soldado que considera al griego un auténtico inútil que no sólo pone constantemente los cuernos a su esposa, sino que pierde a todos y cada uno de sus hombres y que recurre a los dioses cada vez que tiene un problema. Una relectura del clásico, por tanto, muy acorde con los tiempos que corren.
Álvaro Colomer