Desde 2004, la Ley Orgánica de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género define la violencia de género “como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, que se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia”, y “comprende todo acto de violencia física y psicológica, incluidas las agresiones a la libertad sexual, las amenazas, las coacciones o la privación arbitraria de libertad.”

Hoy, 25 de noviembre, es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, una jornada reivindicativa que surgió tras el asesinato de las hermanas Mirabal en la República Dominicana el año 1981. Desde esa fecha, los movimientos feministas latinoamericanos alzaron la voz para denunciar la violencia que se inflige sobre las mujeres en todo el mundo y reclamar políticas que erradiquen estos abusos. No fue hasta 1999 que la Asamblea General de las Naciones Unidas se hizo eco de las demandas y declaró esta fecha como día oficial para seguir luchando contra la violencia que se ejerce contra las mujeres.

Cuando se habla de violencia en contra de las mujeres se piensa, a menudo, únicamente en la parte física, pero la violencia se puede ejercer de muchas formas y una de ellas es no permitir que una mujer se desarrolle intelectualmente. En nuestra historia hay muchísimos casos y en muchos ámbitos, algunos de ellos como la literatura, en el que numerosas escritoras han tenido que esconderse bajo un nombre o una apariencia masculina para poder ver publicada su obra.

El proyecto audiovisual Lletraferida, encabezado por las escritoras Marga Iriarte y Eugenia Tusquets, busca sacar a la luz a través de la imagen a figuras femeninas de las letras que quedaron soterradas o cayeron en el olvido por una política machista. “En 2018 decidimos unirnos a la celebración del día 25 de noviembre creando el proyecto Lletraferida (ACEC). Por ejemplo, hoy, en muchos países se impide, coacciona e intimida la libertad intelectual y literaria de mujeres que han de luchar todos los días para expresarse, a pesar del temor de convertirse en víctimas de represalias, ellas y también sus familias. De manera que es parte de nuestro trabajo defender a las escritoras, periodistas, intelectuales y hacerlo con el deseo de que sea una defensa universal y no solo reducida al ámbito territorial de Cataluña”, explica Marga Iriarte.

La edición de este año lleva por título “Ellas hablarán de nosotras”, pues como comenta Iriarte “La literatura ha sido uno de los campos culturales en los que las mujeres han tenido que abrirse camino, pelear contra prejuicios, menosprecios e indiferencia. Muchas escritoras “eligieron” el recurso de la pseudonimia con nombre masculino para que sus manuscritos fueran publicados. Algunas de ellas, como es el caso de María Lejárraga o Colette, en el colmo del abuso, cedieron la autoría a sus maridos. En el vídeo de 2020, queremos recordar, con algunos casos notorios, a las escritoras que se ocultaron en el pseudónimo para sobrevivir en un mundo cultural con formato y hechuras sin espacio para las mujeres”. Colette, Mary Shelley o Caterina Albert son algunos de los nombres que se recuerdan en el video y, aunque nos parecen de momentos pasados, hoy en día todavía existen muchas Shelley y Albert en distintas partes del mundo que no pueden desarrollar su talento artístico por estar sometidas a una sociedad patriarcal.