Jane Smiley dedica una peineta a la cultura de la cancelación durante la presentación de su novela 'Heredarás la tierra', este jueves en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid
Su colorido jersey de punto y su larga melena blanca la delatan: Jane Smiley (Los Ángeles, 1949) estudió en la universidad a finales de los 60 y principios de los 70, en pleno auge de la contracultura. "En aquellos tiempos hablábamos de todo, no había nada de lo que no se pudiera hablar", dijo la escritora estadounidense este jueves en el Espacio Fundación Telefónica de Madrid, durante la presentación de la nueva reedición española de Heredarás la tierra, la novela con la que ganó el Pulitzer en 1992 y que acaba de reeditar en español Sexto Piso, editorial que también tiene en su catálogo otras obras suyas como Un amor cualquiera, La edad del desconsuelo y La mejor voluntad.
Los tiempos en los que Smiley estudiaba eran los del movimiento por los derechos civiles, del feminismo, años de grandes avances sociales. Hoy un nuevo progresismo ha sembrado los campus estadounidenses de revisionismo histórico y corrección política, una corriente que se ha extendido, por ejemplo, a una parte del sector editorial anglosajón, entregado a la tarea de reescribir los clásicos de Roald Dahl o de Agatha Christie con la intención de eliminar el lenguaje que podría ofender a algunas minorías. Es el mismo movimiento que continuamente hace llamamientos al boicot, como el que se pidió contra J. K. Rowling por sus opiniones acerca de la cuestión trans.
Afable y risueña, Smiley hizo honor a su apellido durante casi todo el acto, pero al ser preguntada por este asunto de la cancelación por la periodista Lara Hermoso, que guiaba la conversación, la autora borró la sonrisa de su cara. "A los de la cultura de la cancelación no les diría nada, pasaría de largo y les haría este gesto", palabras que acompañó enarbolando el dedo corazón de su mano derecha.
Si hoy se miran con lupa las novelas escritas hace décadas, Smiley se lanza en dirección contraria al afirmar lo siguiente sobre el marqués de Sade: "Justine o los infortunios de la virtud era uno de los libros que me daba un poco de miedo leer, que me parecía realmente amenazador, por decirlo de alguna manera. Pero me obligué a leerlo y en cuanto me metí en este libro me di cuenta de que el marqués de Sade no es un escritor sádico; él está interesado en lo que piensa Justine y en cómo experimenta estos horrores. Creo que en nuestro tiempo no sería considerado una mala persona, sino alguien que revela las cosas negativas que ocurren a su alrededor y los efectos que tienen en las personas a las que acontecen".
Un rey Lear de Iowa
Heredarás la tierra (A Thousand Acres es su título original), basada en El rey Lear de Shakespeare, está ambientada en las grandes llanuras del Medio Oeste estadounidense, en un condado ficticio del estado de Iowa, donde vivía en la época en la que escribió la novela.
El argumento cuenta cómo Larry Cook, un agricultor anciano y viudo, decide entregar su granja, que consiguió convertir en la más importante del condado, a sus tres hijas, Ginny, Rose y Caroline. Pero esta decisión desatará una enorme disputa que pondrá al descubierto emociones reprimidas durante mucho tiempo y oscuros secretos de familia, incluyendo abusos sexuales e incesto cometidos por el patriarca. El éxito de la novela cristalizó en una adaptación cinematográfica en 1997 con actores como Michelle Pfeiffer, Jessica Lange, Jason Robards y Jennifer Jason Leigh. También ha tenido, más recientemente, una adaptación a la ópera. "Me gustaron los actores y la música. No entendí una sola palabra del diálogo, pero les dije que me había gustado mucho", confesó la escritora.
Aunque reconoció que hace "al menos 15 años" que no relee Heredarás la tierra, Smiley compartió este jueves algunos pormenores de su escritura y recordó que, después de publicarla no recibió ninguna crítica por abordar temas como el aborto o el incesto. "Lo que más me preocupaba es que alguien pudiera decir: '¿Cómo te has atrevido a reescribir a Shakespeare, nos estás tomando el pelo?'. Pero tampoco me tuve que enfrentar a ese problema. Además, vivía en medio de la nada, así que hacía lo que quería y no me preocupaba por este tipo de cuestiones".
Smiley recordó que nombró sus personajes de tal manera que sus iniciales coincidieran con las de los personajes originales de Shakespeare. Así, Larry es Lear, Ginny es Goneril, Rose es Regan y Caroline es Cordelia. "Para escribir la novela releí El rey Lear cinco veces seguidas", aseguró la autora, y también pasó mucho tiempo estudiando las sagas islandesas. Todo eso también le sirvió para escribir posteriormente The Greenlanders, novela histórica sobre los colonos de Groenlandia en el siglo XIV.
Jane Smiley se define como "una persona cotilla", algo que considera fundamental para alguien que se dedica a la literatura, y también fue de pequeña "una niña buena". Precisamente, pensar en las consecuencias que tendrían sus actos si se desviaba de la norma, le hizo convertirse "en una persona observadora".
El tema y el territorio
La autora californiana suele situar sus novelas en lugares que ha habitado. Además de Heredarás la tierra, podemos citar como ejemplo de esto A Dangerous Business, su última novela (aún no publicada en español) que transcurre en Monterey (California) durante la fiebre del oro de mediados del siglo XIX. Para ella, el territorio en el que está ambientada una novela "es fundamental, porque dicta lo que los personajes van a poder hacer con sus vidas". Así, "tema y territorio van de la mano".
Sobre sus costumbres en torno a la escritura, Smiley explicó que suele trabajar en dos novelas a la vez, que suele escribir unas mil palabras de una sentada, que investiga mucho para escribir y que agradece la facilidad que ha otorgado Internet a esa tarea.
Si ya fue capaz de versionar a Shakespeare, Smiley no descarta hacer lo mismo con Cervantes y Don Quijote. "Me lo pensaré, es una buena idea, pero tendría que estar situada en California, porque es donde vivo ahora. Además, allí también tenemos molinos", dijo la autora, aunque solo fuera por agradar a su público español. Del ingenioso hidalgo no hizo ningún comentario, pero sí alabó a su escudero: "Lo que me encanta del Quijote es que Sancho Panza es un tipo listo".
Foto: Fundación Telefónica Madrid