España, según cifras a las que ha tenido acceso El Quincenal,
se sitúa muy por debajo del resto de países europeos en la recaudación
por la compensación por préstamo bibliotecario. Francia, por ejemplo,
recaudó en el último ejercicio 22,6 millones de euros por este
concepto; Dinamarca, 20 millones; Holanda, 16,5 millones, e incluso, un
país como Finlandia, con una población muy inferior a la española,
llegó a recaudar 2,5 millones de euros. Si comparamos estas cifras con
la primera estimación hecha por el Ministerio de Cultura sobre lo que
España abonará a los autores este año –1,3 millones de euros– las
diferencias que se plantean son exageradamente importantes.
España
accedió a aplicar esta compensación, tras diversas advertencias de
posibles sanciones por parte de la UE, y lo hizo el pasado año,
aprovechando la redacción de la nueva Ley del Libro, pero con unos
irrisorios 0,20 euros por libro comprado por las bibliotecas. Como se
pone de manifiesto en los datos comparativos con el resto de países
europeos, las cantidades que se retornan a los autores en concepto de
derechos por el préstamo bibliotecario resultan insignificantes.