Antoni Marí presentó el último libro de Marina Oroza, La chimenea de Duchamp (Ardora Ed.), un poemario que, según contó la autora, se inspira en el descubrimiento real de una chimenea de Duchamp que permanecía olvidada en casa de su familia desde hacía mucho tiempo.
Antoni Marí, citando a T.S. Eliot, destacó la fuerza del “correlato objetivo” en la poesía contemporánea, donde la imagen poética (por ejemplo, la chimenea de Duchamp) ocupa el espacio del poema que el verso ocupaba en la poesía clásica, “un género codificado desde Petrarca, pero que entró en crisis a partir de Mallarmé” y que Marí denominó como la “crisis del verso”, consecuencia estética de la crisis del sujeto-autor y del propio lenguaje. Así pues, dijo, el poeta cede la iniciativa a la palabra, anulación del yo en favor de las palabras, siendo el poema ahora muestrario de imágenes más que de versos: los ready-made de Duchamp, las noticias de periódicos, citas y otras anotaciones que Eliot y Ezra Pound integran en sus poemas, etc. Es de este modo, indicó Antoni Marí, que la imagen poética predomina en la poesía de Marina Oroza, donde el poema puede ser una mera enumeración de objetos, listados de cosas “que flotan sin encontrar su sitio” y que, descolocándolas en el poema, cobrarán nuevo sentido. Imágenes que, captadas desde fuera del sujeto, irán dando forma y revelarán el poema.
Marina Oroza explicó que había arrojado un ejemplar del libro a las llamas de la chimenea (de Duchamp), como si, con este ritual, buscara un encuentro oculto, misterioso, entre el libro y la chimenea que había provocado su escritura. Recuperó el ejemplar antes de que se quemara del todo.
En el acto de presentación, Marina Oroza mostró al público los restos del libro quemado y leyó las palabras que no habían sido calcinadas, creando así, desde el azar y la provocación poética, un nuevo poema, un poema inédito que no figurará en el libro publicado, La chimenea de Duchamp. Finalizó el acto, con otras lecturas del “poemario quemado” por parte del público asistente.