De forma ordenada, no caótica, se ha celebrado una mesa redonda sobre la influencia que lo indeterminado, lo azaroso, lo aleatorio y la incertidumbre han tenido en la literatura.
Francesc Cornadó, Jaime D. Parra, Raúl Herrero, Sílvia Rins y José Florencio Martínez hablaron respectivamente del caos, la fragmentación, la confusión, la convulsión y el transcurso. Expusieron su mirada atenta sobre aquella creación literaria que nace en la maraña del caos y en el entramado confuso y desorganizado de lo complejo.
Francesc Cornadó introdujo el concepto de caos, señaló algunos aspectos epistemológicos y matemáticos relativos al embrollo y a la confusión de la supuesta causalidad que se produce en la relación entre fenómenos. Afirmó que un sistema caótico es un sistema sin leyes; ni siquiera la ley de que no hay leyes. Aseguró que antes del primer día de la Creación sólo había caos y después del primer día sólo existió la mentira o mejor dicho, la mentira pasó a formar parte también del caos.
Jaime D. Parra expuso una reflexión sobre la fragmentación que encontramos en diversas obras literarias y de qué manera se manifiesta el caos en cada una de estas teselas que conforman el universo creativo del poeta. Presentó varios ejemplos de fragmentación que encontramos en la poesía visual, en la prosa poética, en el Movimiento Moderno y en la poesía experimental.
Raúl Herrero enumeró distintas definiciones de la confusión que se encuentran en los diccionarios, en ellas se pone en evidencia que la aflicción y el desasosiego producido por la confusión ha estimulado a los artistas que, conscientes de ello, han recurrido a lenguajes artísticos como el surrealismo, el postismo, o el teatro pánico para expresar lo caótico.
Sílvia Rins nos habló de la convulsión provocada por la desazón psicológica y cómo el lenguaje cinematográfico lo ha expresado con gran elocuencia. El cine, ya desde sus orígenes, se mostró como una de las más eficaces formas de expresión artística que nos acercaba lo caótico de la realidad y la complejidad de las emociones hasta nuestros sentidos. Enumeró unos títulos, unos actores y unos directores cinematográficos que han expresado el caos y el abismo.
José Florencio Martínez concluyó el coloquio con un discurso sabio y poético sobre el transcurso. Coincidió con Steiner cuando éste afirma que los tres lenguajes que mejor expresan el afán del hombre son las matemáticas, la música y la poesía. En ellos se encuentra la razón y más allá del borde de la razón no hay otra cosa que el caos. Desenmarañar la urdimbre caótica es un acto de creación, un transcurso en pos de la belleza.
La ACEC inscribe este acto en el conjunto de actividades que se celebran en el marco de “Barcelona, Ciutat de la Literatura”.